El mes de agosto es sin duda sinónimo de historia y tradición en Elche, donde se celebran las fiestas patronales. Durante toda una semana, del 8 al 16 de agosto, e incluso en los días previos, la ciudad se convierte en toda una celebración
ELCHE. Con el final del mes de julio, las terrazas ilicitanas se van llenando, poco a poco, durante las tardes y noches. Algunos están de vacaciones, otros esperándolas. Pero, la gran mayoría, en lo que piensa, y esa es una de las comidillas, es en lo que está por venir: las fiestas patronales de agosto. Un compendio de actividades que concentran cultura, patrimonio del más alto nivel, pólvora, tradición y gastronomía. Todo eso que hace que miles de turistas llenen la ciudad durante algo más de una semana. Oficialmente, les Festes d’Elx arrancan el miércoles 7 de agosto con el tradicional pregón de las fiestas. Esta vez, a cargo de un emblema del Elche Club de Fútbol y uno de sus jugadores históricos, Juan Francisco Martínez Modesto, ‘Nino’. A sus 39 años, el veteranísimo futbolista sigue en activo y fue clave en el regreso del club al fútbol profesional. Se trata por tanto de un inicio de fiestas que tendrá gran expectación por el pregonero. Sin embargo, aunque el día 7 empiezan oficialmente, días antes ya habrá otras actividades para ir calentando motores de cara a la semana grande ilicitana.
Moros y Cristianos, mascletàs y castillos con la Nit de l’Albà. Como máximo exponente, el Misteri d’Elx, Patrimonio de la Humanidad; También desfiles como la Charanga, racós gastronómicos, cábilas, barracas y conciertos. No se puede decir que les Festes d’Elx no sean completas. Un pequeño ejemplo de todo ello está en los días previos. Y es que el sábado 3 de agosto tiene lugar el tradicional pasacalle de Moros y Cristianos en homenaje a los cargos honoríficos, para después esa noche celebrar una cena de faixa en el Colegio Ferrández Cruz, uno de los puntos neurálgicos, además de uno de los colegios cuya barraca nocturna es de las que más se llena. En ese sentido, otra de las enseñas de las fiestas patronales es que a pesar de que en las comisiones de fiestas, cábilas y cuartelillos se celebran sus comidas solo con asociados, después sus barracas y fiestas son abiertas y gratuitas. Además de música, en algunas barracas emblemáticas como la de Pobladores hay teatro clásico durante la noche, ideal para acompañar, obligatoriamente, con la hidromiel que preparan.
Por otra parte, en ese calentamiento para les Festes también está, desde el año pasado, la mascletà vertical nocturna, organizada por la Gestora de Festejos Populares, en el aparcamiento del estadio Martínez Valero. Un día en el que se celebraba la Cridà a la Festa, para animar a participar en las celebraciones, a la que ahora se le añaden estos fuegos artificiales que van camino de convertirse en tradición. Este año, como novedad, la mascletà será doble y se lanzará desde dos torres de dieciocho metros, además de incorporar música y barras para comer y beber. El acto central es la Cridà, con las Reinas y Damas de las Fiestas.
Un día después, el día 6 de agosto, tiene lugar en el Ayuntamiento la tradicional prueba de voces del Misteri d’Elx (La Festa). La obra sacro-lírica que se lleva representando en la ciudad de forma ininterrumpida desde el siglo XV en la Basílica de Santa María y que, desde 2001, forma parte del patrimonio reconocido por la Unesco. Año en el que se empezaron a reconocer obras intangibles. Junto a otras dieciocho, el drama asuncionista fue declarado Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, por lo que goza del honor de haber participado entre esa primera hornada de nombramientos.
En la mencionada Prova de Veus, los niños a los que aún no les ha cambiado la voz y representan a las Marías, la Virgen o el Ángel, la Escolanía, cantan ante las autoridades locales. Antaño, la figura del Mestre de Capella, ahora José Gonzálvez, quien ha sido designado como sucesor de José Antonio Román, elegía en esta prueba los papeles para cada niño. Así pues, se trata sin duda de uno de los actos que anuncian el inminente comienzo de las fiestas patronales, en el que el Misteri d’Elx juega un papel central mediante sus ensayos generales y sus representaciones (La Vespra i La Festa). Una representación medieval que ha cambiado mucho a lo largo de cientos de años según el contexto, desde la desamortización de Mendizábal, en la que por falta de recursos se dejó de contratar a cantores profesionales, lo que supuso la entrada en escena de la gente del pueblo llano para pasar a ejercer de actores y cantores, a la vez que se redujo la instrumentación de la representación.
Otros cambios relevantes sucedieron en los años veinte del siglo XX, cuando el compositor Óscar Esplá modificó las partituras. Son solo algunos de los cambios que ha afrontado durante su historia, y más que tendrá que afrontar en los próximos años, como el de su financiación, una situación que ha estado en el candelero de la Festa los últimos años. La Junta Rectora del Patronato plantea ahora el micromecenazgo como opción, con una aportación individual de cuarenta euros para ir recuperando la caída de ingresos desde la crisis y salvaguardar su viabilidad. Un Misteri que este año ha vuelto a ver cómo recientemente se proyectaba otra película sobre él, el documental Elx en festa, producida por el director de la Cátedra Misteri d’Elx Pablo Mas. Una tónica que lleva ocurriendo desde los años veinte del siglo pasado y que como señaló el colaborador de Alicante Plaza José F. Cámara Sempere en una de sus tribunas, uno de los retos es aspirar a ser una obra que no sea solo una pieza didáctica, sino una obra que trascienda el espíritu y la relevancia internacional que tiene.
Si hay otro aspecto que caracteriza les Festes d’Elx ese es la pólvora, que estará presente desde el madrugador alardo morisco del 9 de agosto por las calles, hasta las mascletàs cuyo concurso se celebra del 11 al 15 de agosto en Traspalacio, pasando, cómo no, por la Nit de l’Albà. Como siempre, el 13 de agosto, a las 23:15 horas, miles y miles de cohetes iluminan el cielo ilicitano, tanto por los que disparan las familias como por los fuegos contratados con el Ayuntamiento. Tendrán su culminación con la Palmera de la Virgen, poco antes de las 00 horas, lanzada por la Pirotecnia Ferrández tras sonar el Gloria Patri. Después de la tradicional cena en la terraza, con la sandía de postre, los más valientes volverán a participar en la Carretillà, tras el curso de carretillero, eso sí. Batalla de fuego y pólvora que sigue siendo una de las grandes expectaciones, a pesar de su cambio de ubicación.
Por último, no hay que obviar la parte gastronómica, presente a través del Racó Fester del Paseo de la Estación con puestos hosteleros durante los días importantes de les Festes, con el añadido de la clásica paella gigante del 10 de agosto o el concurso de arroz con costra el mismo día. Actividades generalmente diurnas, ideales para prepararse de cara a los desfiles imperdibles como La Charanga y su toque satírico, la noche del 11 de agosto. Y para aquellos que, aun con todo —castillos, arroces, sangría, pólvora o Misteri— no tienen suficiente, habrá una variada oferta durante las noches: barras al aire libre, barracas populares y conciertos. Desde la Zona Indie hasta las actuaciones de Sidecars o Los Zigarros, pasando por los tributos a Queen y Raphael o Joe Crepúsculo en L’Escorxador, con la Roà el día 14, como noche más importante de las celebraciones. Actividades para todos los gustos que culminan el día 15 con La Vespra del Misteri y el castillo nocturno para decir adiós desde la rambla del Vinalopó. Y qué mejor forma de hacerlo que entonando alguna cançoneta de fil i cotó.
No hay fiestas sin música, y en el caso de Elche hay una tradición más que centenaria de canciones tradicionales que se han mantenido y que no solo son meras canciones, sino pequeños capítulos de mitos y tradiciones de siglos de historia que crean identidad