Se acerca el momento más esperado del año para cualquier ilicitano e ilicitana: les festes d’agost. Unas fiestas que dentro del guión habitual, este año tendrán varios cambios importantes. Algunos cambios cosméticos, otros sí relevantes. El primero de estos últimos, que este año vuelven a durar una semana, con el tradicional pregón el 7 de agosto. Atrás quedan unos eventos patronales que se alargaron un fin de semana extra para compensar el vacío perdido por la pandemia, y que acabó desgastando a propios y extraños, desde los vecinos hasta en el seno del propio equipo de gobierno —que había heredado el grueso de una programación cerrada antes de las elecciones de mayo de 2023— con una cantidad enorme de eventos, y casi inevitablemente, solapamientos de actos.
Un incremento cada vez mayor de todo, y con una tendencia al alza del turismo, hacen necesario un equilibrio entre la fiesta, la música, la tradición y el descanso, como lo planteaba tras el balance festero de 2023 el alcalde Pablo Ruz, que llegó a aludir a los decibelios o límites horarios. No es baladí: esa coincidencia de horarios llegó a suponer que la música de una de las barras se escuchara desde el interior de la basílica de Santa María en plena celebración de una de las representaciones del Misteri d’Elx, la pieza central de las fiestas. No es necesario llegar a diez días de barras por cada hueco del espacio público.
Así, el bipartito tiene el reto de encajar todas estas cuestiones en el marco de un turismo cada vez más masivo a nivel general, y el caso ilicitano no es aislado. Año a año las cifras van mejorando y eso se traslada también a Festes d’Elx: más de 550.000 personas participaron en los actos de 2023. Un volumen que puede verse incrementado este año teniendo en cuenta la trayectoria de las buenas cifras turísticas mensuales de este curso y que Visitelche ya lanzó desde el pasado mes de junio una campaña de captación de turismo para el verano. Y otra específica para los eventos patronales.
Se prevé una gran afluencia y va a ser clave que la planificación que se ha venido trabajando en los últimos meses con los distintos servicios a contratar permita evitar situaciones vividas en 2022, con problemas a última hora, o esos solapes y problemas horarios de 2023 por un exceso de actividades. Con todo, la gran ventaja con la que cuentan las fiestas de Elche es que más allá de la fiesta y el ocio más estricto, desde las barracas de la noche —este año por primera vez con una barraca joven para ofrecer alternativas al botellón— o el tardeo que permite el Racó, es que su oferta es ampliamente diversa. Sobre todo por sus tradiciones atrae a un turismo de mayor calidad que en otras ciudades. Esa combinación de una parte popular junto a la gastronomía, la oferta cultural del Misteri o el espectáculo pirotécnico de la Nit de l’Albà las hacen únicas. Fiestas enraizadas y que precisamente han de crecer con control para que no pierdan su esencia. Entre ellas, pequeños detalles como acudir a la mascletà del día junto a la palometa o canariet de turno. Y otros que abordamos en este número ¡Salut!
No hay fiestas sin música, y en el caso de Elche hay una tradición más que centenaria de canciones tradicionales que se han mantenido y que no solo son meras canciones, sino pequeños capítulos de mitos y tradiciones de siglos de historia que crean identidad