VALÈNCIA (EFE/Esther Barranco). España captará en torno a 1.400 millones de dólares (1.300 millones de euros) anuales cuando los flujos de turistas chinos al exterior se normalicen, un proceso del que el principal beneficiado será el continente asiático.
Según un estudio del banco de inversión francés Natixis, el mundo recibirá 160.000 millones de dólares (149.000 millones de euros) adicionales cada año cuando los ciudadanos chinos viajen con la misma intensidad que lo hacían antes de la covid-19, por lo que el trozo del pastel que le toca a España es pequeño, en torno a un 0,9 %.
Globalmente, Estados Unidos es el primer receptor de turistas de China, seguido de España y Francia, aunque en ninguno de los casos estos ingresos tienen un peso significativo en el PIB, circunstancia que sí se da en Asia.
En 2019, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) llegaron a España 700.750 viajeros procedentes de China, un 8,4 % más que en 2018, cuando habían entrado cerca de 650.000 (el 25 % más que el ejercicio anterior).
Con un gasto medio por cada turista chino que vino en 2019 de 2.407 euros, según el INE, los ciudadanos de esa nacionalidad se dejaron aquí ese año casi 1.700 millones de euros, por encima de la cifra que avanza Natixis para el futuro.
No obstante, las métricas son distintas. El estudio de Natixis ha tenido en cuenta para hacer sus cálculos las llegadas de turistas chinos por países ajustados con los datos de las balanzas de pagos y con los diferentes patrones de gasto de estos viajeros en los distintos destinos, mientras que el INE computa el gasto que hacen aquí, sin tomar en cuenta ningún otro componente.
El gasto del turismo chino hacia el exterior se había doblado entre 2010 y 2019, hasta representar el 16 % del total mundial en el año prepandemia, por lo que la progresiva vuelta de esos viajeros al circuito internacional supondrá una nueva inyección de fondos en las economías con un fuerte componente turístico.
El chino es un mercado de creciente importancia, no solo por el aumento del número de viajeros que se venía observando en los años previos a la pandemia, derivado del fuerte crecimiento de la clase media, sino también por el elevado gasto medio.
Con cifras del INE, en 2019 el gasto medio por persona y día de los viajeros chinos se situó en 308 euros, algo más del doble que los 155 de media del conjunto de los turistas internacionales.
Para España la plena incorporación de los turistas chinos una vez que las autoridades del país han levantado las duras restricciones de movimientos en su política de "covid cero" apenas representa un 0,1 % del PIB, según los cálculos recogidos en el estudio.
Australia, Japón y Tailandia están entre los países con mayores entradas de turistas chinos. El continente asiático captará 103.000 millones de dólares (96.000 millones de euros), o el 64 % del gasto total, equivalente al 0,65 % de su PIB.
Estados Unidos y Europa atraerán 34.000 millones de dólares (31.600 millones de euros) y 21.000 millones de dólares (19.500 millones de euros), respectivamente.
No obstante, en términos de PIB estos ingresos solo representan el 0,13 % en el caso de Estados Unidos y el 0,09 % en Europa.
Para los gigantes tradicionales del turismo en Europa, como España y Francia, los flujos de entrada solo suponen entre el 0,1 y el 0,2 % del PIB dado que, según el informe, tienen muy diversificadas las fuentes de entradas de turistas.
Hong Kong, la ex colonia británica hoy región administrativa china, es la verdadera ganadora de la vuelta del turista chino, con 22.000 millones de dólares (20.450 millones de euros) de ingresos procedentes de la China continental, equivalente al 5,9 % de su PIB.
Sin embargo, en porcentaje de la riqueza nacional el mayor impacto es para Macao, otra ex colonia, en este caso portuguesa, también región semiautónoma, que verá crecer su economía un 15 %.
El tráfico de pasajeros entre China continental y Hong Kong y Macao quedó normalizado desde del pasado 6 de febrero cuando se retiraron los cupos a los cruces fronterizos, que llevaban semanas en vigor.
El Ejecutivo chino autorizó también el reinicio de los viajes en grupo hacia esas dos regiones semiautónomas, pertenecientes a la República Popular pero con frontera propia en virtud del estatuto de gobierno posterior a la descolonización, a finales de los años 90.