ALICANTE (EFE). El entrenador del Elche, Fran Escribá, afronta su situación más comprometida como entrenador del Elche, ya que nunca antes el equipo ilicitano había llegado a estas alturas del campeonato en posición de descenso con el preparador valenciano en su banquillo.
El Elche ocupa, tras la jornada 30, la última plaza de descenso a Segunda, aunque a solo un punto del Huesca, su verdugo la pasada jornada y con el que tiene perdido el coeficiente particular, y del Valladolid, rival ante el que tiene un encuentro pendiente.
En su primera temporada en Primera, en el curso 2013/14, el Elche transitó por esta misma jornada en la décimo sexta posición con 31 puntos, cinco más que en la actual, y con un margen de tres puntos sobre el descenso.
Un año después, el Elche entraba en las últimas ocho jornadas de la competición tras encajar una dolorosa derrota ante el Getafe (0-1), pero con un colchón de nuevo de tres puntos sobre el descenso.
El equipo de Escribá, que acabaría logrando la permanencia deportiva, contaba con 28 puntos, dos más que en la presente temporada, y estaba situado en la décimo quinta posición.
A diferencia de los dos anteriores proyectos, esta temporada Escriba se hizo cargo del equipo en la vigésimo cuarta jornada del campeonato, cuando el equipo ya estaba situado en zona de descenso tras una racha negativa de 16 partidos sin ganar.
Desde su llegada Escribá ha dirigido al equipo en nueve partidos, en los que ha sumado dos victorias y dos empates y encajado cinco derrotas.
El valenciano ya vivió una situación similar durante su etapa en el Celta, donde también llegó como revulsivo en la segunda vuelta del campeonato, y en aquella ocasión logró el objetivo de la permanencia.