ALICANTE. A solo unas horas de que se cierre la ventana de fichajes de verano el Elche continúa con más frentes abiertos de los que cabía esperar.
El club franjiverde ha de firmar todavía a un segundo portero, cerrar su defensa con un central, apuntalar el centro del campo con un organizador e incorporar a un 'nueve'.
Aunque no ha sido culpa suya, la realidad es que el Elche ha sido el último cachorro de la camada en llegar a la teta de la madre y ahora no le queda otra que luchar con uñas y dientes para compensar esa desventaja.
Más dinero, más habilidad negociando o ambas cosas; el caso es que ha de poner un plus y, de paso, no romper la tradición de ser uno de los grandes animadores del último día del mercado de fichajes. El límite salarial esta vez no puede ser un problema.