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Era muy sencillo: "No me toca ahora"

24/01/2021 - 

La vacunación de alcaldes y concejales que no les correspondía ofrece la peor cara de la clase política. Máxime, después de una crisis como la de 2008 y 2013, donde cundieron los casos de poca ejemplaridad y ello echó por los suelos la reputación de los servidores públicos. No hablamos de casos parecidos, no. Pero aquí han fallado dos cosas, además de los protocolos para dar uso a las dosis sobrantes, aunque las excepciones han sido mínimas. Primero, la falta de madurez de los propios políticos para decir "No, ahora no me toca" la vacuna; y segundo, los partidos que han buscado (buscarán) subterfugios para justificar esa vacunación porque los beneficiados eran médicos o personal que estaba en primer línea.

Lo normal en estos casos sería (es) el cese del servidor público de turno. De lo contrario, que menos que la disculpa pública, cosa que han practicado muy pocos. Estamos hablando de salud, de salvar vidas, de personal que tiene prioridad por razones justificadas y cualquier dosis es esencial para ese beneficiario. ¿Qué el sistema ha fallado? Es evidente. Pero mucho que los beneficiados de esas dosis sobrantes eran políticos experimentados, con cierta trayectoria en la vida municipal. Y si, el responsable de Salud Pública del área de salud o del ambulatorio de turno les llamó, y les ofreció, pero era el momento de ser ejemplar, de decir: "No, ahora no me toca". La respuesta suele definir el valor moral de la persona.

Ese es un primer error. El otro es la reacción. Lo dicho, la justificación o la disculpa pueden aminorar el desliz ético. Por ejemplo, los alcaldes de El Verger, Ximo Coll, y su pareja, la alcaldesa de Els Poblets, Carolina Vives, lo vieron como una oportunidad, personal, para ahondar en el error. Coll, por ejemplo, se coló en el prime time vespertino de cadenas nacionales para persistir en la bajeza moral, a pesar de arrancar los aplausos y risas de los contertulios. Y Coll junto a Vives, para más inri, multiplicaron el efecto con entrevistas para justificar que el jetismo que se les acusaba había sido ofrecido, no perjudicaba a nadie y además, eran personas en primera línea, pero nunca vulnerables. 

Sólo la entrada la noche del viernes, alguien (por fin volvió la autoridad en el PSPV) les convenció de su ridículo. Y a los pocos minutos, mandaron el comunicado de disculpa. Tarde y mal, pues la justificación se había amplificado minutos antes, pero disculpa al fin y al cabo. Otros, sin embargo, han persistido en el error, y en la justificación.  Ni siquiera la tiene la vacunación del comisionado en el Hospital de Torrevieja, José Antonio García Gómez, que no deja de ser un político más.

En la próximas semanas se verá la contundencia y la ejemplaridad de los partidos. Ciudadanos ha llegado a tiempo a este debate (aunque el PP le robó el titular por adelantarse a la decisión). De no hacerlo, al menos, en la Diputación de Alicante, hubiera sido ya sonrojante. En Orihuela, ha sido lamentable: sólo falta que los ediles naranjas den abrazos al concejal del PP que se vacunó en las mismas condiciones que el alcalde de La Nucía. El cese de Bernabé Cano nunca debió tener condiciones. Era cese, o cese, como la dimisión de los alcaldes inmunizados, sean del signo que sean. 

La comisión de investigación en la institución provincial puede ser un paripé, como denuncia el PSOE. Por varias razones: la institución no tiene competencias para investigar cuestiones de Sanidad; la conselleria ya tiene una investigación abierta, y cuando lleguen las conclusiones, a lo mejor, los beneficiados de la vacuna ya han dimitido, o les han expulsado de su partido. Mientras tendremos la paradoja de que se van a buscar responsabilidades en funcionarios de Sanidad que ofrecieron la vacuna de buena fe (que deberían haber rechazado los munícipes de turno, insisto) para que sean los paganos de la inmadurez política.

Esta es una oportunidad para todos. Para el bipartidismo, para demostrar que han aprendido la lección de sus casos de corrupción y otras lindezas morales que cometieron tiempos atrás, pero esta también es (y era) una oportunidad para los nuevos, sobre todo, Ciudadanos, que tiene más representación local que Podemos. Para dar un golpe en la mesa y exigir que actuaciones de ese tipo no se pueden tolerar, como supongo (espero) que hará el PSOE con sus alcaldes. Y bueno, la respuesta de Cs en el seno de la Diputación de Alicante ha sido la esperada, con las dudas ofrecidas en Orihuela, pero el PP les ha metido otro gol: les ha dado las competencias de Deportes y encima ha mandado a investigar al líder de Cs, Javier Gutiérrez. El mensaje es claro: si lo quieres, invierte más tiempo y desgástate. Mientras, la vida continúa con pocos rasguños.

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