ALICANTE. Comunicar de forma clara y fluida, ser transparentes a la hora de trasladar información, diagnosticar retos y oportunidades o... tener a una buena persona letrada al lado. Son algunos de los consejos para el buen gobierno de las pymes. Quien los da en esta entrevista con Alicante Plaza es Alberto Fernández, profesor de los departamentos de Contabilidad y Control y de Iniciativa Emprendedora de la escuela de dirección de empresas de la Universidad de Navarra (IESE). Además, es director de Finaves, los fondos de capital riesgo dedicados a invertir en proyectos empresariales de antiguos alumnos del IESE. Fernández también habla de emprendimiento, inversión -en pymes y startups- y su visión de lo que será el panorama económico con el foco en 2024.
En este sentido, el IESE pone el foco en la Comunitat Valenciana con la jornada 'Claves en la gestión de las pymes para competir' que tendrá lugar en Elche el 8 de noviembre. Será en el Auditorio Grupo Soledad, en la calle Severo Ochoa, 30 en Elche Parque Empresarial.
¿A quién puede ayudar una jornada sobre competitividad en pymes como la que tendrá lugar próximamente en Elche Parque Empresarial?
A todo el mundo. Parece muy generalizado, pero lo hago en base a varias reflexiones. La primera es que muchas empresas piensan que la suya es especial, pero en realidad hay mucho parecido entre las firmas. La segunda es que las pymes -según el estándar de la UE- son las que tienen menos de 200 personas en plantilla. En todos los países, entre ellos España, la Comunitat o Alicante dan trabajo a dos tercios de la población y tienen un gran peso en el PIB bruto.
Creo que todas ellas pueden tener problemas similares que divido en cuatro áreas: la del negocio y la gestión financiera (de dónde se obtienen recursos); si se financia caro o barato y si se sufre sin estar asesorados para negociar. Otra es la gestión y obtener información de forma ordenada y la cuarta, las personas y la atracción y retención de talento. Una quinta es que, en una pyme, quien acuda a una cita como la del 8 de noviembre en Elche, normalmente estará más cerca de la gestión de esa empresa que si perteneciera a una grande.
¿Qué claves son importantes en el buen gobierno de empresas? ¿Las pymes lo trabajan lo suficiente?
Una de las claves es tener un buen abogado, porque nadie sabe de todo. Se necesita a una persona de confianza al lado en este sentido, y la mayoría de pymes no la tienen. También se debe entender, al menos lo mínimo, para poder interactuar con esa persona letrada. Si no, ya empezamos a fallar.
Los consejos de administración, la gestión, debe funcionar. Deben ser lugares de debate que ayuden a la empresa a tirar hacia adelante. Debe haber enlace entre la gestión o dirección y ese consejo y juntas. Hay muchos retos por delante. Algo muy importante es la comunicación y la transparencia, que la información fluya.
En cuanto al emprendimiento ¿cómo está siendo 2023 en el país -y en la Comunitat-? ¿Existe menos inversión? ¿Funciona la Ley de Startups?
En cuanto a la salud emprendedora, antes de pandemia o la inflación había muchas personas que se lanzaban a emprender. La salud de la Comunitat en este sentido es muy buena. Por ejemplo, Lanzadera ha impulsado que la Comunitat Valenciana sea un polo de atracción. Cuando antes se iban a Madrid o Barcelona, hoy hay más polos de atracción y Valencia y Málaga están entre ellos.
Además, emprender no es solo para nuevos negocios. Las pymes también necesitan emprender, es crucial el intraemprendimiento. Diversificar también es emprender, al igual que adquirir otra compañía.
En cuanto a la inversión, he de decir que hay mucha gente que quiere emprender, conozco experiencias exitosas y muy buen trabajo. Hay muchos proyectos, pero hay que saber que no todos son buenos para invertir; se deben juntar muchos factores para animar a la inversión. El número de personas y family office que invierten se incrementa mucho con tipos del Euribor bajos. Creo que cuando un emprendedor dice que no le ponen financiación es porque el plan es "malo", porque hay dinero. Eso sí, a veces se espera demasiado con valoraciones muy altas.
En los últimos cuatro años tras la pandemia, guerras o la inflación los tipos de interés se sitúan en los 4 puntos. Los inversores paran por esa incertidumbre y ahora hay un paro claro, pero antes ya preocupaba la valoración demasiado alta de algunas startups. Hay que poner un punto de realidad.
¿Cómo ve el panorama emprendedor para 2024?
Hay factores exógenos que se van a mantener. La guerra en Ucrania va para largo, la inflación no vuelve al 2% y el Euribor sigue en un 4%. Hay que reducir esa inflación. Si eso no cambia, hay incertidumbre y ahora se une el conflicto en Oriente Medio, también en China y en cambios en Sudamérica. La incertidumbre política y económica seguirá en 2024. Por lo tanto, creo que el freno en la inversión seguirá. La opción es o esperar a que todo pase, hacer las cosas con medios propios o buscar maneras de financiar en un momento de incertidumbre.
¿Qué retos tienen las pymes delante? ¿Lo son la IA o una posible jornada laboral de 37,5 horas? ¿Hay cintura para adaptarse?
Desde el punto de vista de pymes y startups un reto es el de contratar a gente. Cuanto más inflexibles e improductivos seamos, peor. Las grandes pueden aguantar algunos giros, pero las pequeñas no. En este sentido me refiero al de pasar de 40 a 37,5 horas de jornada laboral. Otra traba puede ser la de los despidos y la inflexibilidad en el mercado de trabajo para realizarlo. En cuanto a la IA, muchas startups añaden tecnología a sectores e industrias que no la manejan. Esa es una herramienta útil y una ventaja competitiva desde firmas pequeñas para las grandes que no la conocen o tienen menos flexibilidad para implantarlas. Hay muchos ejemplos de startups que, a través de tecnología entran de forma disruptiva en sectores tradicionales.
¿Qué consejos puede ofrecer para una mejor gestión y funcionamiento de empresas con la vista en 2024?
En general, que hay que ir paso a paso construyendo. Se debe hacer un diagnóstico de desafíos y retos y no tratar de solucionarlos en tres meses, sino con recursos seguros, bien implementados y afianzándolos poco a poco. Se debe actuar en función de recursos disponibles y de urgencia de retos y también tener de vista la sucesión.