repaso a las remodelaciones del gobierno valenciano tras cuarenta años de consells

El PPCV, un partido con más 'gatillo fácil' para las crisis del Consell que el PSPV

15/05/2022 - 

VALÈNCIA. La última remodelación del Gobierno valenciano propiciada por el president de la Generalitat, Ximo Puig, se consumará este lunes en un momento clave no solo para la presente legislatura, dada su proximidad con la siguiente cita electoral, sino también para la perspectiva histórica. A poco más de un año de celebrar cuatro décadas exactas desde la configuración del primer Consell comandado por el socialista Joan Lerma, PPCV y PSPV-PSOE se reparten, solos o acompañados, el liderazgo de la Generalitat Valenciana en cinco legislaturas y cerca de veinte años cada uno.

En este tiempo, las reformas en el seno del Ejecutivo valenciano han sido un recurso frecuente al que se ha echado mano en más de una treintena de ocasiones, pero el empate técnico en materia de gobernanza no es tal a la hora de evaluar qué partidos han usado más este instrumento en su desempeño como gestores de la Generalitat. Así pues, y según los datos sobre los distintos equipos de gobierno recopilados por Valencia Plaza, el PPCV habría remodelado la estructura del Consell en 21 ocasiones por las 13 de los socialistas, lo que revela que los populares han preferido o necesitado emplear más este medio para impulsar sus políticas.

Todas estas reestructuraciones, sin embargo, no tienen por qué ser igual de intensas. De hecho, y con el ejemplo del segundo Consell del Botànic ahora sobre la mesa, los cambios presentados por Puig este sábado, que afectan hasta a cinco departamentos, chocan de forma frontal con el carácter de estabilidad que PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem habían querido imprimir a la legislatura en un inicio. La penúltima remodelación del Gobierno valenciano, en 2021, tan solo supuso la salida del vicepresidente segundo y conseller de Vivienda, Rubén Martínez Dalmau, mientras que la crisis de estas semanas ya es la más relevante desde la ejecutada por Alberto Fabra en 2012.

Entonces, en la VIII legislatura valenciana, el líder el PPCV acometió una profunda remodelación con la salida de cuatro consellers, la entrada de otros tres y la reducción de los departamentos de gobierno de diez a ocho. En un periodo convulso, en el que hubo hasta seis configuraciones de Consell en tan solo cuatro años y dos jefes del Ejecutivo por la dimisión de Francisco Camps, Fabra se deshizo de gran parte de la herencia de su antecesor, azuzado por las acusaciones de corrupción, y expresó la necesidad de pasar página y dar un paso adelante hacia una nueva realidad en la Comunitat Valenciana.

En este sentido, los asuntos judiciales son, en realidad, un catalizador presente en mayor o menor medida en algunas de estas reformas, ya que si bien el actual titular del Consell vinculó los cambios de este fin de semana a “un nuevo impulso político” enmarcado en un “momento disruptivo” para la región valenciana, en el trasfondo planea también la posible citación como investigada de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) en el caso de los abusos de su exmarido a una menor tutelada. Una situación a resaltar dada la salida de Educación de Vicent Marzà para, según explicó él mismo, reforzar a Compromís de cara a los próximos comicios autonómicos y “seguir teniendo más Botànic”.

 Foto: KIKE TABERNER

También Francisco Camps, en 2009, propició otra de las crisis del Consell más relevantes en cuanto a número de movimientos. Fue en pleno mes de agosto y cuando todavía no se había cumplido un mes del primer archivo de la trama Gürtel en relación a los supuestos trajes regalados, aunque lejos de introducir cambios sustanciales en su equipo, las modificaciones se limitaron a un intercambio de departamentos entre cinco de los trece miembros de su equipo. Entre ellos, se reubicó también a Juan Cotino en la cartera de Medio Ambiente y Vivienda debido al reciente fallecimiento de su anterior titular, José Ramón García Antón.

Así pues, los motivos para una remodelación pueden también ser otros, como demuestra igualmente la reestructuración forzada en 2018 por el nombramiento de la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Carmen Montón, como ministra del ramo en el primer Ejecutivo de Pedro Sánchez, que se saldó con la entrada en el Ejecutivo valenciano de la ahora consellera saliente Ana Barceló. En este mismo marco se ubicaría otra de las reformas acometidas por Camps en 2004, en la que se redistribuyeron competencias y se optó por un perfil de mando consensuado con su predecesor, Eduardo Zaplana, y el entonces líder del PP, Mariano Rajoy.

Más allá de los impulsos políticos y los asuntos judiciales, también la economía jugó un papel ciertamente relevante en algunos movimientos, como el primero que acometió Zaplana en 1997. En medio de una legislatura muy activa que propició cinco remodelaciones del Consell, algunas debido a la relación del PP con su socio de gobierno, Unión Valenciana, el entonces president optó por cambiar perfiles y desdoblar la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente para, según narran las crónicas de la época, liderar la expansión económica en territorio valenciano. Por su parte, en 1993 el socialista Joan Lerma acometería la reforma más importante de su etapa como president dado el retroceso de su partido en las elecciones generales y la búsqueda de la confianza perdida en colectivos como autónomos o agricultores, tal y como informaron entonces distintos medios.

El senador socialista y expresident de la Generalitat, Joan Lerma. Foto: EP

En este sentido, las reestructuraciones de un Ejecutivo pueden mirarse también desde distintas ópticas, ya que, ante los diversos desafíos presentados, como lo económicos de finales de siglo XX o los sociales en la última legislatura de Lerma, un cambio puede ser percibido como síntoma de debilidad, pero también como un abandono del inmovilismo y una apuesta por la política activa para revertir un escenario desfavorable. Sea como fuere, y por ahora, en cuatro décadas de gobiernos valencianos los dos periodos más intensos en materia de modificaciones le corresponden al PP, mientras que los más estables son para el PSPV-PSOE, tanto en compañía de sus socios como en solitario.

El nuevo Consell, el primero en el que las mujeres son mayoría

Del mismo modo, el análisis de los miembros que han formado parte del Consell desde su primera composición en 1983 demuestra que la presencia de mujeres en los distintos departamentos valencianos no ha sido relevante hasta 2008, cuando se superó por primera vez el umbral del 30 % de mujeres en un Ejecutivo valenciano. De hecho, se tardaron diez años, hasta el último mandato de Lerma, en designar a una mujer para ocupar un cargo de consellera de la Generalitat Valenciana. Fue la escritora y profesora Pilar Pedraza, quien lideró la Conselleria de Cultura.

Desde ese momento la presencia de mujeres siempre fue constante, aunque no fueron más de dos hasta 2004 con Francisco Camps, cuando Alicia de Miguel ocupaba el cargo en Bienestar Social, Gema Amor en Cooperación y Milagrosa Martínez se incorporó a la Conselleria de Turismo. Cuatro años más tarde, con el mismo presidente autonómico, el número se elevaría a cinco, para un total de catorce consellerias.

Así pues, con la llegada del primer Govern del Botànic se alcanzaría por primera vez la paridad en 2015, dado que ese era uno de los pilares básicos de los acuerdos alcanzados. Esa situación se ha mantenido hasta esta misma semana, mientras que el próximo lunes se conformará el primer Consell que contará con mayoría de mujeres, con siete de ellas por cinco hombres. El reemplazo de Vicent Marzà por Raquel Tamarit y las entradas de Josefina Bueno y Rebeca Torró, así como el mantenimiento del resto de perfiles salvo el de Carolina Pascual han conducido pues a este resultado.

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