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los contagios por cada 100.000 habitantes crecen de forma exponencial

Elche y Orihuela ante el reto de aplastar la curva: restricciones extra y hostelería pendiendo de un hilo

17/10/2020 - 

ELCHE/ORIHUELA. Los datos de la curva de contagios llevan días fluctuando de forma preocupante en municipios de la provincia, y entre ellos, los de Elche y Orihuela no eran halagüeños durante los últimos días. Con algún dato puntual que mostraba freno en los contagios, la tendencia es inequívoca: los nuevos positivos van creciendo exponencialmente y ya se conoce cuáles son los estragos de esta trayectoria. Ante una posible coyuntura de medidas más drásticas, es decir, confinamiento total, la consellera de Sanitat, Ana Barceló, transmitía en la jornada del jueves a los alcaldes Carlos González y Emilio Bascuñana, de Elche y Orihuela respectivamente, que la única alternativa eran las restricciones extra. Junto a Onda y Guadassuar, en València, se aplicarán 22 medidas nuevas más allá de la ampliación de las ya vigentes a nivel autonómico

En Orihuela, estas restricciones, además del casco urbano, afectan a las pedanías de La Aparecida, Rincón de Bonanza, Desamparados, Arneva, Hurchillo, La Murada, La Matanza, La Campaneta, San Bartolomé, Virgen del Camino, Molins, Correntías y El Escorratel. Queda al margen Torremendo y Orihuela Costa, que dependen del Departamento de Salud de Torrevieja. 

La relajación vuelve a hacer crecer la curva

Un deja vû que pone a las dos ciudades de Vinalopó y Vega Baja ante un reto ya conocido: aplastar la curva. Es la única táctica efectiva a corto plazo que garantiza sentar las bases para poder seguir haciendo vida 'normal' dentro del actual contexto; sin unos datos más halagüeños, será difícil ir recuperando la vida económica y social dentro de unos márgenes razonables. Eso sí, dependerá una vez más de las administraciones, pero también de un esfuerzo colectivo e individual, dado que ambas ciudades han vuelto a tropezar en la misma piedra, los encuentros sociales y familiares en los que se baja la guardia y las medidas de distancia, mascarilla e hidrogel se relajan. 

Como ya ocurriera en julio, el perfil de mayor contagios en Elche vuelve a ser el de gente joven y adultos jóvenes, de entre 15 y 44 años. Suponen el 43% de los casos, mientras que el de las personas mayores de 65 años tan solo el 5%, lo que refleja una mayor precaución, lógico por otra parte al tratarse de población de riesgo en esta pandemia. En cualquier caso, los datos ilicitanos llevan siendo preocupantes durante el último mes, y especialmente estas dos últimas semanas, donde se han detectado 40 brotes de pequeña magnitud. El 75% de los mismos es de carácter social y familiar, es decir, fruto de esas relaciones interpersonales en las que se relajan las medidas sanitarias más básicas. Los otros ámbitos de contagio, notoriamente más discretos, son el laboral, el sanitario y el educativo.

Transmisión comunitaria; pérdida de trazabilidad

Más allá de los perfiles, los datos globales muestran un hecho preocupante: se ha perdido la trazabilidad de gran parte de los casos, es decir, la capacidad de rastrear dónde se han producido los contagios y de qué entorno proceden los mismos. Cuando esta trazabilidad se pierde, que es lo que ha sucedido, se habla ya de transmisión comunitaria, y es está pasando tanto en Elche como en Orihuela. Hay un nivel de circulación del coronavirus importante. De ahí la necesidad de aumentar la tensión en todos los sentidos y de que el alcalde ilicitano apelara a la responsabilidad individual para que estas medidas "proporcionadas" permitan volver a parámetros normales y evitar situaciones "más drásticas": confinamiento.


En cuanto a la curva que ahora hay que doblegar, dado que no hay otra opción al haber ya transmisión comunitaria, en Elche se ha pasado de 64 casos por cada 100.000 habitantes del 17 al 30 de agosto, a una de 215,9 positivos por cada 100.000 entre el 28 de septiembre y el 11 de octubre. Una curva exponencial que a mediados de septiembre ya dibujaba un crecimiento vertiginoso.

En el caso de Orihuela, según los datos facilitados por la Conselleria de Sanidad, la incidencia acumulada en el municipio en este momento es de 431 por cada 100.000 habitantes. La tendencia ha crecido en los últimos 28 días de forma exponencial. Entre el 1 y 13 de septiembre era de 120 por 100.000 habitantes, subió a 184 en la última quincena del mes y ahora se sitúa en esos 431 casos. El edil de Sanidad, José Galiano, afirmaba que la mayoría de los brotes detectados son también de origen social, detectados en reuniones familiares y de amigos. De estos brotes, el 41% corresponde a personas de entre 15 y 44 años

Estos son los únicos datos facilitados por la Conselleria. Tanto el edil de Sanidad como el alcalde señalan que exigirán toda la información, datos y comparativa con otros municipios "para garantizar los derechos de los oriolanos y defender sus intereses".

Hospitales en guardia, preocupados, aunque con capacidad de repuesta

Por el momento, aunque la situación en los dos hospitales públicos de Elche es "preocupante", como señalan tanto el alcalde como fuentes sanitarias, hay una capacidad amplia aún de respuesta, pero es indispensable la disciplina colectiva para evitar posibles colapsos sanitarios. Con datos del viernes por la tarde, en el Hospital General hay 34 pacientes ingresados en planta y 4 en UCI. La hemiplanta inicial covid está completa y la siguiente también. De todas formas el plan de contingencia ya está preparado. 

Asimismo, aunque no se ha podido concretar la cifra de confinados en el departamento de salud del Hospital —positivos y contactos cercanos por precaución—, a finales de septiembre eran 1.300 personas y con unas cifras menos severas, por lo que ahora serán más. Por cada positivo suele haber una media de 8 o 10 personas confinadas. Podrían ser más de 2.000 con esos cálculos en la mano. En cuanto al Hospital del Vinalopó, son 17 las personas ingresadas en planta por covid-19 y 2 en la UCI

En el Hospital Comarcal Vega Baja se desconocen los datos exactos de hospitalizaciones e ingresados en UCI por covid-19. Sanidad Pública afirma que hasta el momento no hay sobrecarga. Según fuentes consultadas en el hospital, al menos hay 14 personas ingresadas en planta y 4 en UCI. Según señalan hasta el momento no hay presión hospitalaria.

El alcalde de Elche propuso actuar para evitar restricciones

Ante esta situación, el jueves, González intentó convencer según ha podido saber este medio a la consellera Barceló para que le diera diez días para intentar frenar la situación, aunque la titular de Sanitat no daba opción; había que actuar ya con medidas restrictivas o de lo contrario habría que confinar si la curva seguía así. Y no es lo mismo que los datos se disparen en Elche que en otros municipios de la provincia más pequeños que tienen mayor cifra de incidencia, ya que la movilidad y el tamaño no son comparables por sus posibles consecuencias. Aunque habrá que evaluar la situación dentro de 14 días, por el momento el bipartito ilicitano ya ha dado el toque a la Policía Local y Nacional para que haga un esfuerzo extra con un dispositivo especial estas dos semanas para asegurar que se cumplen las restricciones.

Hartazgo en la hostelería, que anuncia movilizaciones

A nivel económico, también vuelven a sufrir más estas restricciones en el sector de la hostelería y la restauración, tanto por los aforos al 50% en interior y terrazas, como por la restricción en la barra, las mesas para seis como máximo y quizá de especial forma, el cierre a las 23 horas. Que además supone que las reservas a domicilio se hagan como tarde una hora antes. El presidente del Colectivo Hostelería Elche, Francisco Mora, reconoce que hay mucha frustración en el seno de la asociación porque está costando mantener a flote los establecimientos. 

Mora explica que "antes que cerrar ahora es mejor que esto pase ya y que estemos listos para navidad", aunque matiza que hay gente en el seno del colectivo que entiende las medidas y otra que no, porque hay cabreo y hartazgo por la situación. De hecho, aunque el presidente explica que al menos pueden trabajar, al contrario que en otras comunidades, ya se está hablando de movilizaciones para la próxima semana para protestar por las medidas, aunque saben que las manifestaciones no cambiarán nada. Eso sí, será una vía para vehicular y hacer patente ese cabreo.

Desde la Asociación de Comerciantes del Municipio de Orihuela (ACMO), que también recoge a la hostelería, se quejan de la falta de información y previsión de la Conselleria. Su presidente, Adolfo Valero, insiste en que "la salud es lo primero pero han avisado con ocho horas de antelación cuando los restaurantes ya tenían comprado todo el género". No solo se verán afectados los bares y restaurantes que contaban con los productos para la cena del fin de semana, también los comerciantes de los mercados que hoy instalarían su puesto en las calles de distintos municipios. 

Anulaciones de mesas y anticipar de la cena

En cualquier caso, Mora reconoce que como sociedad "nos hemos relajado y cada vez hay más población afectada", y añade que con estas restricciones de barra sobre todo lo van a pasar mal quienes más dependen de ella, aunque esgrime que "hoy casi todo el mundo tiene terraza y se puede trabajar en el interior aunque al 50%". En su opinión, cree que si algunos establecimientos pueden hacer algo, "bien, pero de lo contrario, mejor que cierre y vuelva a abrir en dos semanas, que aguante". Pero será difícil para muchos.

Por el momento, ya consta que restaurantes están anulando reservas de 8 a 10 personas por las restricciones de 6. "Y no es lo mismo celebrar un cumpleaños de diez con dos mesas". Ahora se están informando para ver hasta qué hora se pueden contratar los servicios a domicilio, que funcionaron bien durante el confinamiento. "A ver si algunos pueden salir más de las 23, porque hasta ahora tenían contratado el servicio hasta las 23:30 horas", resalta. De momento van a hacer un cartel para que los asociados los pongan en sus fachadas, informando que la gente acuda antes a cenar. "Vamos a intentar entre todos hacer las cosas bien", señala, añadiendo que "siempre es la hostelería lo que tiene la culpa", comenta resignado. Aunque eso sí, ahora la situación es diferente porque se puede trabajar y el género comprado para el fin de semana se podrá utilizar, no como el malogrado paso a la Fase 1 durante el desconfinamiento. Muchos tuvieron que quedarse con el género. 

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