ELCHE. Mientras que el barrio de San Antón sigue viendo cómo se levanta el tercer bloque y el medio municipal Pimesa aborda la licitación para empezar a construir el cuarto, de un carácter más vanguardista, paralelamente desde la empresa municipal y desde el Ayuntamiento se trabaja para darle forma a la otra parte del barrio: las dotaciones y servicios públicos. En ese sentido, para el próximo 2021 se ha planteado abrir una OMAC digital para atender a los vecinos y empezar a comercializar los locales que hay bajos los inmuebles nuevos.
Precisamente con la permuta entre locales de Consistorio y Pimesa de la que dio cuenta este medio hace unas semanas —un intercambio de activos por valor de un millón de euros—, para que Anoa y Aspanias tengan nuevas sedes, entraron más espacios en la operación. La empresa municipal se quedó con varios aparcamientos en el Parque Empresarial y distintos locales, algunos en el Bulevar Parque —uno vacío y otro ocupado por Avecal, con quien se subroga el convenio—, y el resto los locales que quedarán debajo de los nuevos bloques salvo uno, que será del Ayuntamiento.
Con ese local municipal, perteneciente al segundo bloque nuevo, de 120 viviendas, el equipo de gobierno planea abrir una OMAC digital con una inversión de 197.000 euros financiada con los fondos Edusi. La idea es facilitar a los vecinos ayuda para que aprenda a relacionarse telemáticamente con la administración. Podrán hacer los trámites desde allí y habrá personal para explicarles cómo funciona el sistema. No obstante, contará con poco personal —que se tiene que redistribuir con las del barrio de Altabix— dado que la idea es que la gente vaya asumiendo el formato de funcionamiento que ahora están implementando las entidades bancarias: sentarse frente al ordenador para gestionarse el propio trámite. Ahora se va a encargar a un despacho de arquitectos un proyecto para adecuar el local.
Por otra parte, los locales que se queda Pimesa en el barrio se van a comercial durante el próximo año, que es el objetivo del ente municipal. Son dos locales en el bloque 1 de 74 viviendas; valorados en algo más de 39.000 euros, con 154 m2 y un valor de 254 euros el metro cuadrado. El otro local está en el bloque 2 de 120 viviendas, del mismo precio el metro cuadrado, aunque de 216 m2, por lo que está valorado en 54.925 euros.
A priori, al igual que con las viviendas, se va a priorizar a los vecinos del barrio para que sean ellos los que sigan ofreciendo allí su negocio. Pimesa buscará también formatos de 'intercambio' con los locales viejos en los que están instalados estos propietarios. En todo caso, habrá que estudiar la fórmula, puede que muchos no sean en propiedad, aunque en cualquier caso la idea es facilitar que ejerzan su actividad en los bajos de los nuevos bloques. En todo caso, la idea es preparar precios asequibles. Además, algunos de los locales comerciales que hay en el barrio están en los bajos de los viejos inmuebles a derruir, aunque son la minoría.