ELCHE. El miércoles el president de la Generalitat Valenciana Ximo Puig anunciaba que con el Plan Crèixer+ se realizarán actuaciones en materia sanitaria pendientes en toda la comunidad. En la provincia serán 34 intervenciones, con una inversión de 224,7 millones de euros. Con este monto, en Elche se impulsará la creación del nuevo centro de salud de Travalón, pendiente desde hace más de una década, pero también del nuevo San Fermín. Lo que significa que el Ayuntamiento tendrá que buscar un 'hueco' en el entorno para la nueva edificación. Y no será fácil.
A este respecto, el plan de la conselleria de Sanitat es construir un nuevo centro San Fermín, una dotación presupuestaria que se consignará de aquí a 2023 y que a priori cubrirá toda la financiación de la actuación, inclusive las obras. Con el histórico inmueble, desde el Ayuntamiento se pretende la búsqueda de un espacio o solar en el que levantar el nuevo centro de salud. En última instancia, "aunque menos deseable", recalcan, se procedería a la rehabilitación o restitución integral. No obstante, el propio alcalde recalca que "aún es prematuro saber; si hay un nuevo centro de salud, se abren todas las posibilidades para el antiguo edificio", en referencia a que si se encuentra una alternativa de ubicación en la que poder construir o trasladar el ambulatorio, se podría aprovechar y 'liberar' el actual inmueble. En ese caso se podría estudiar una posible reversión para uso municipal, o que la Generalitat lo utilice para servicios propios.
Sea como fuere, aún es pronto, y aunque el año 2023 no está tan lejos. los trámites para las licitaciones y nuevas actuaciones en la ciudad no es que estén yendo rápido precisamente. En estos dos años hay margen para ver si al menos se consigna la actuación y se deja el trámite administrativo listo para la obra que sea. Teniendo en cuenta que habrá que estudiar alternativas para no tocar el actual San Fermín. Porque sobre el mismo cabe resaltar que se trata de uno de los edificios más importantes a nivel arquitectónico de la ciudad. Ya se planteó algo sobre un posible derribo y reconstrucción por sus continuos desperfectos en 2019 —tasando la actuación en 5 millones de euros—. Algo posible ya que aunque el inmueble goza de protección ambiental en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), es la mínima, que permite restaurar solo la apariencia física del edificio; el 'paisaje' urbano, y no el edificio en sí. Aunque también la demolición parcial manteniendo la fachada.
Como contó este medio, es un edificio importante no sólo por su uso social sino por considerarse un hito arquitectónico: se trata de un edificio único debido a su adscripción a la arquitectura moderna. De hecho, la Fundación DO.CO, MO.MO Ibérica (Fundación Documentación y Conservación de la Arquitectura y el Urbanismo del Movimiento Moderno) instaló una placa en el edificio en 2016 para reconocer la calidad arquitectónica del edificio y el trabajo de arquitectos del siglo XX pertenecientes al movimiento moderno. También está está incluido en el registro 'Los equipamientos modernos' de la mencionada institución. Sin duda, su parte más destacable y reconocible para la sociedad ilicitana es el asimétrico juego de volúmenes que le permite acusar su condición de dotación pública frente al continuo residencial; un aspecto curvo y funcional que se adaptó a las necesidades y la ordenación urbana del momento. Fue diseñado por el arquitecto Eduardo de Garay y Garay, y su construcción finalizó en 1960. Por su adscripción a la arquitectura moderna, la obra se publicó en la revista de arquitectura nacional más importante de entonces.
Por otra parte, el esperado nuevo centro de salud de Altabix, que se levantará en Travalón y del que el Ayuntamiento ya ha cedido la parcela a la conselleria, a priori la licitación para la redacción del proyecto de construcción debe salir en algún momento de este año. Este plan va aparte de las cuentas autonómicas de este ejercicio, en el que se había incluido una consignación para esta redacción (700.000 euros). Con este plan se asegura, al menos sobre el papel —lleva esperando desde 2008, como recordó el PP—, la inversión total necesaria para el proyecto, que ya contempla las medidas correctoras al estar en un solar inundable. Así pues, al menos para 2023 se dejará el dinero consignado para asegurar la actuación. Como analizaba Alicante Plaza hace unos días en el ecuador de legislatura, 2023 es año electoral y es de esperar que vayan llegando los anuncios de este tipo de inversiones pendientes.