ELCHE. De la larga lista de objetivos que se ha marcado el bipartito ilicitano para el nuevo curso, hay varios relacionados con el ámbito urbanístico y patrimonial que tienen la mayor prioridad ya que tienen visos de encarrilarse, según indican, durante lo que queda de año. Uno de ellos es el de la fachada de Nuevos Riegos El Progreso, de la que el alcalde anunciaba hace unos días que están en vías de acuerdo para darle una solución. Ello pasará necesariamente por el filtro administrativo patrimonial: se tendrá que incluir en el actual catálogo de protecciones.
A este respecto, explica la responsable de Urbanismo Ana Arabid que se está trabajando para publicar el Documento de Inicio, al igual que con otros elementos como los refugios bajo el Mercado Central o los Baños Árabes, como paso previo a su inclusión en el catálogo de protecciones. Eso sí, dado que se presume un acuerdo en ciernes con la propiedad, se va a activar ya esta línea. En cualquier caso, los pasos se están dando junto a la conselleria de Cultura, quien suspendió de urgencia el derribo de la fachada en 2018.
En el mencionado Documento de Inicio se tendrán que reflejar las opciones de las soluciones técnicas para la salvaguarda de la fachada, ya que como adelantó este medio, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) falló a favor de la Generalitat, ordenando la protección de la misma, así como la realización de catas arqueológicas. En dicho documento "quedará reflejado a nivel técnico las ventajas e inconvenientes de cada una de las alternativas posibles", explica la edil, quien avanza que en principio serían o mantenerla donde está o retranquearla hacia atrás, por lo que quedaría alineada con el resto de la calle. En su momento también se especuló incluso con desmontar la portada y trasladarla a otra parte, aunque parece la opción más remota. Lo cual no significa que en tanto que alternativa posible, figure en dicho documento.
"Lo que queremos con este documento es que analice cada opción, porque todas tienen implicaciones urbanísticas y sus pros y contras a nivel patrimonial; alguna por ejemplo implicaría modificar el Plan General". Asimismo, Arabid indica que en principio tampoco se va a rehabilitar la fachada, o al menos Cultura no lo ha expresado de momento, dado que se conserva en buen estado. Salvo la parte afectada por los inicios del derribo, en todo caso. Desde la concejalía y el propio equipo de gobierno dan por hecho de que en breve se llegará a una solución, y por eso se planteó como objetivo a corto plazo, aunque como reconoce la edil, "la dificultad viene en compatibilizar que se quede la fachada ahí con que a la propiedad le encaje y su propuesta sea rentable". La propuesta era un inmueble de oficinas con algún bajo comercial.
Por otra parte, hay que recordar que el inmueble como tal ya está incluido en el catálogo vigente de 1998, aunque recoge la protección sobre la fachada recayente en la calle Empedrat. Un tema que ya generó su polémica antes de la casi demolición de la fachada, porque colectivos defensores del patrimonio señalaban que era interpretable que la que da a la Plaza de la Constitución no fuera protegible al formar parte del mismo inmueble —que en principio, está dividido en varios volúmenes en el catálogo, de ahí las interpretaciones—. Con la inclusión de la fachada en el catálogo, volvería a estar protegida sin lugar a equívocos más de 35 años después, ya que en el catálogo de 1986 sí estaba protegida, pero se eliminó del vigente porque se solicitó al Ayuntamiento.