EN LA FRONTERA / OPINIÓN

Elche: las "paguicas" de Pablo Ruz

9/06/2024 - 

ELCHE. El Ayuntamiento de Elche, gobernado por PP y Vox, va a instaurar una especie de sueldos para los presidentes de las juntas de distrito que se constituyeron recientemente: 420 euros. Eso va a suponer un desembolso global de 70.000 euros, es decir, el chocolate del loro. Pero no es una cuestión cuantitativa sino cualitativa en el complejo territorio que vamos a intentar analizar. Casi todos los presidentes de las juntas son próximos, cuando no militantes, del centroderecha y de los ultras, estimado Paco Vives que estás en el limbo. Y han salidos elegidos por cooptación, una formar fina de dedazo. Quien paga manda, aunque sean 420 euros. Eso pasa en la provincia de Elche y en Kuala Lumpur.

El PSOE, a través de su portavoz Héctor Díez, ha puesto el grito en el cielo con las "paguicas", como ya las ha denominado un sector de la opinión, por entender que se trata de reforzar el voto cautivo y, añade, por instrumentalizar a los presidentes para corear en los plenos al equipo de gobierno, hacer de relleno en actos políticos y todo ese tipo de cosas. Pudiera ser. Luego ya les recompensarán, a los presidentes con sus séquitos, con invitaciones a actos institucionales de tronío y los pondrán en los palcos más vistosos para los desfiles festeros, acariciándoles el lomo para que se sientan "vip". No dudo que hay buena gente entre los presidentes de las juntas y sus equipos. Tampoco dudo de una máxima universal: el poder político intenta penetrar en la sociedad civil todo lo que puede y más estimado alcalde Pablo Ruz, tú que todo lo adornas.

Lo de las "paguicas" ha generado un pequeño terremoto políticos con réplicas y contra-réplicas. El PP se siente un poco culpable. Solo un poco: no llega ni a cuarto y mitad. Vox, con quien no tengo el gusto ni el disgusto, no sé cómo se sentirá. Olvida también el PSOE, en un abrupto ataque de amnesia, que en el anterior mandato hubo un intento de destinar el edificio del Hort del Gat a las comisiones de festejos populares, una idea estrambótica que solo tenía un fin: tenerlos contentos, aún a costa de uno de los pocos palacetes que quedan en la ciudad; un edificio singularísimo que finalmente se va a usar como centro de interpretación del palmeral.

Lo de las "paguicas" no es estético. Hay un tufo clientelar que además provoca agravios comparativos con la propina que reciben los alcaldes pedáneos como ha escrito en este mismo periódico Pablo Serrano. Propina para las partidas de mayor población que se ejecutan en dos entregas. A todo esto, PP y Vox acaban de aprobar también un subidón en el presupuesto para subvenciones directas a los festejos, desde las comisiones hasta Moros y Cristianos, pasando, cómo no, por la Semana Santa que este año pivotó en torno a un falso escándalo por el supuesto trajín erótico de un edil beodo debajo de un trono: tronaron todas las iras de la Inquisición General por una mera gamberrada. Ganó la santísima coalición de las públicas virtudes, con PSOE y Compromís dentro, entrando a saco en el discurso del sacrilegio.

A lo que iba: ¿Qué quiere el pueblo? Circo. Que se pague del erario cuando lo habitual es que la fiesta se la pague casa uno de su bolsillo. La de disgustos que le proporcionó esto a Miguel Ors Montenegro en su época de concejal independiente del PSOE, con Antonio Rodes de portavoz y la popular Mercedes Alonso de alcaldesa. ¿Y qué quiere el poder? Votos.

El término "paguicas" tiene mucha retranca como sabrán los lectores veteranos: se hizo famoso con el popular Pedro Ángel Hernández Mateo que fue alcalde de Torrevieja desde finales de los 80 hasta 2012. Por Navidades repartía sobre con dinero entre los jubilados y personas mayores en general: una práctica que se hizo famosa en toda la Comunitat Valenciana. El voto. La cosa tuvo secuelas. El candidato del PSOE de Finestrat Nadal Galiana prometió en las elecciones de 2007 viagra gratis a los vecinos a través de un convenio con las farmacias locales. Acudo a la hemeroteca y leo unas declaraciones suyas: "No hay mejor inversión que hacer felices a los vecinos". El caso es que las elecciones...¡ las ganó el PP. Toma del frasco Carrasco.

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