ELCHE. El Consejo de Administración de Pimesa celebrado el pasado lunes aprobó la adjudicación final con la compañía Orthem Servicios y Actuaciones Ambientales SAU; una propuesta que ya se conocía al ser la mejor clasificada, pero de la que se aprobaba la adjudicación este lunes, por lo que tan solo queda formalizar el contrato. El coste de la edificación será de 4,1 millones de euros (IVA incluido), en el que supone el cuarto bloque de San Antón, que constituye únicamente la segunda fase del ARRU (Área de Regeneración y Renovación Urbana). Al tiempo, dentro del presupuesto para 2022, de 7,9 millones de euros de inversión, se han consignado 600.000 euros para la demolición de cuatro de los viejos edificios.
Así pues, Orthem construirá de nuevo uno de los inmuebles de San Antón, dado que también logró adjudicarse el tercer bloque, aunque en alianza con otra compañía, Abala Infraestructuras. Este cuarto edificio tendrá 54 viviendas, 2 locales comerciales y 41 plazas de garaje. Las casas tendrán desde los 46,85 metros cuadrados a los 59,41, con dos y tres dormitorios.Una vez se formalice el contrato y empiecen las obras, tendrá un plazo de ejecución de algo menos de dos años: 21 meses. Está destinado al realojo de los 40 titulares de derechos del bloque 6, asignándose las otras 15 viviendas entre los titulares de derechos de los Bloques 7, 8, 9 y 10. Presenta un diseño más transgresor con el barrio, realizado por el despacho ilicitano Gea Arquitectos, y a su vez la actuación incluye una peatonalización de la Calle Músico Pepico Vaello Fernández.
En cuanto a los antiguos bloques, los que se van a derruir y en los que Pimesa está comprando a los vecinos sus viviendas a cambio de un descuento proporcional para las nuevas casas, la previsión es derribar de los bloques 11 a 14 a finales de 2022. Para ello se han presupuestado 600.000 euros y a priori se llevará al consejo de noviembre el pliego para licitar la redacción y dirección del proyecto.
A día de hoy quedan por comercializar y adjudicar —por orden de sorteo para elegir los pisos— 13 viviendas del segundo bloque y 90 del tercero, que es el que se acaba de finalizar. En total, 103 pisos por 'colocar' entre el vecindario. Según indican desde el medio municipal, hay 66 concurrentes aprobados en la Junta de Gobierno para entrar en las nuevas viviendas, es decir, para participar en el sorteo.
Aparte, y con este pliego para la comercialización, se pidió a los vecinos que explicitaran si tenían situación de vulnerabilidad (gente mayor, sin capacidad económica, si no viven allí...) para poder buscar una solución. En ese caso, 18 familias han señalado que no pueden aspirar al nuevo piso. Se les está buscando alternativa para que entren en las torres construidas, ayudar en la escritura, o en última instancia, que las viviendas sean públicas y se las quede el Ayuntamiento, pero que se les cobre un alquiler social. Fuentes de la empresa municipal apuntan a que cada caso es distinto y que en algunos casos se han trasladado préstamos en activo de las viviendas antiguas a las nuevas. la casa vieja a la nueva.
Por otra parte, hay 19 propietarios que no han presentado solicitud para entrar en las nuevas viviendas, de ahí se cree que al menos una decena pueden ser personas que son de avanzada edad y que no han podido iniciar los trámites. Otras no están localizables. También hay alguna casa que no tiene titular y dos viviendas que son de empresas, de personas jurídicas, pero que no pueden acogerse por esta situación al programa de ayudas. Y por último, hay dos o tres propietarios o familias que no quieren abandonar la vivienda actual. Para esos casos se iniciará un expediente de expropiación de la casa, dado que el ARRU se considera como "proyecto de interés social", y tras otorgarle el valor que se tase, se les ofrecerá una alternativa habitacional.