ELCHE. Hace años que la periodista y apasionada del copywriting y el storytelling, Inma Lara Vázquez, tenía en mente la necesidad de crear un espacio común donde profesionales de todo tipo de campos pudieran crear comunidad y compartir experiencias. Su paso como vicepresidenta de la Asociación de Comercios Universidad Nuevo Altabix en Elche le hizo reafirmarse en la importancia de "crear vínculos y equipo" para acometer sus logros. Aunque esa idea siempre había estado latente fue hace unos meses, en un momento de cambios en su vida laboral, cuando se decidió a lanzar su propio coworking para poner en práctica su forma de entender el ideal en cuanto a entornos de trabajo. Desde septiembre de 2019, el espacio Elche Coworking se ha convertido en un espacio, según Lara, "para encontrar la inspiración para triunfar con esa pasión que se convertido en negocio y rodeada de gente emprendedora por definición".
Desde entonces, asegura, la acogida y el éxito del espacio ha sido más del esperado, puesto que ha crecido de forma más rápida de lo previsto. "Tenemos casi llenos los espacios disponibles". De cinco espacios cerrados, cuatro ya tienen inquilinos y de los diez puestos en el espacio compartido en la mesa abierta, ya hay seis ocupados. Asimismo, también hay gente y asociaciones que alquilan espacios por horas para reuniones o momentos específicos o puntuales.
La decoración y el orden del espacio es muy importante en este coworking. Está inspirado en la filosofía Ubuntu, "con una arquitectura saludable y diseñado bajo las premisas de la biofilia", asegura Lara. La biofilia es la aruitectura y el diseño inspirado en la naturaleza. Por eso en este lugar predominan los tonos verdes, los toques de madera, el blanco y la decoración natural para conseguir ese efecto. "Quienes tenemos un negocio tenemos mucho estrés, por eso el entorno natural creo que es lo mejor para relajar esa parte que va asociada al trabajo intenso; la sensación de estar en el lugar ideal hace que todo fluya". Incluso se plantean, próximamente, poder crear espacios para la meditación e incluso fomentar grupos para hacer deporte en las inmediaciones del coworking, para ganar también "calidad de vida".
Además, hay varios espacios diferenciados, con sofás, cocina, mesas para poder tomar café o té con otros compañeros para ayudar a que "las ideas y las sinergias lleguen sin avisar". Asimismo, se realizan talleres, cursos y se dan herramientas para acompañar en todo el proceso a quien decide emprender bien por pasión.
Ya realizan una vez al mes, sesiones de networking, donde predomina el público femenino, donde se dan herramientas para avanzar y mejorar en cada proyecto. El último, al que acudieron unas 15 personas, se centró en plantear un encuentro creativo y de experiencias.
Entre otros servicios, Elche Coworking también ofrece la posibilidad de ser domicilio fiscal para cualquier nueva firma o asociación, así como sede para recibir correspondencia o concertar encuentros y reuniones profesionales. "Tener un espacio profesional aporta mucho valor de cara al propio trabajador y la percepción de su propio trabajo, y también de cara a clientes o potenciales socios", asegura Lara.
"Estamos cansados de caminar con el portátil en mano, buscando un lugar con wifi, y a veces no encontrarlo, de buscar cafeterías poco concurridas, de temer que el proyecto no estuviera a la altura", y en base a este sentimiento, surgió Elche Coworking.
El objetivo de este año es crecer y mantener a quienes están en este espacio , normalmente microempresas de hasta tres personas, pero sin llegar a "cerrarse" si completan su espacio de trabajo. Asimismo, quieren ahondar en el networking disruptivo y avanzar hacia la formación de una comunidad emprendedora integrada y activa que sirva de motor para muchos otros proyectos.