ELCHE. Hace unos días el equipo de gobierno hacía público que la Generalitat Valenciana ha invertido 1,8 millones de euros a través de Tragsa en 2021 para el control de las plagas que afectan al palmeral: principalmente ahora la paysandisia y ya en una segunda línea, más controlado, el picudo rojo. Sin embargo, según los informes técnicos, no se cuenta con un equipo técnico con la formación suficiente para analizar el estado de las palmáceas y la afección de sendas plagas, principalmente la paysandisia, que podría comprometer el futuro del palmeral. Es por ello que el Ayuntamiento va a externalizar este servicio para tener un equipo técnico formado, a razón de 52.000 euros al año, que se encargue de esta labor.
Este equipo técnico tendrá que decidir la acción más adecuada para cada detección de sendas plagas, en función de los parámetros que dicta la Gestión Integrada de Plagas y los criterios de seguridad requeridos en zonas de uso público, tutelando la gestión de las palmeras de titularidad municipal para la mayor salvaguarda del palmeral histórico. En este sentido, con los monitoreos con la anterior UTE y Tragsa se ha detectado "un nivel de afección de plaga impensable" de la Paysandisia archon.
Se expone que este incremento ha venido porque la acción de los insecticidas autorizados era limitada, por falta de eficacia o imposibilidad legal; porque tiene un modo de actuación muy diferente al picudo rojo, "que dificulta la combinación de estrategias de lucha que sean válidas para ambas plagas al mismo tiempo"; hay menos herramientas desarrolladas para el control de la plaga, y alguna que podría considerarse clave como la lucha con feromonas está aún en una fase experimental temprana. También incide el informe en que la percepción de que es una plaga menos dañina contra las palmeras ha hecho que se le preste menos atención desde el punto de vista de gestión estratégica. "Sin embargo, daña irremediablemente las palmeras pequeñas que son las que deben proporcionar el relevo del palmeral. Hay una gran cantidad de focos de la plaga asociados a pequeñas palmeras de vivero que no se están gestionando realmente como un cultivo, y dificultan tanto las tareas de inspección como de control de la plaga".
Así pues, como ya indicaban desde Baobab y viene recordando el Ayuntamiento, la paysandisia es el motivo de preocupación del palmeral. No obstante, aunque se considera que el ecosistema está en un momento en el que no reviste un especial peligro fitosanitario si se mantiene en el estado y nivel de plaga actual, "pero está comprometido para el futuro por el potencial de desarrollo de paysandisia ante la falta de medios de control, o en el caso del cese de acciones de contención del picudo rojo". Asimismo, desde el Ayuntamiento se contempla que es posible que se interrumpa el apoyo al control de la plaga del picudo rojo por decisiones europeas que lo tratan como una plaga extendida en la mayor parte de zonas de peligro de la Comunidad Europea "y no se considera viable luchar contra su introducción ni propagación, quedando relegada al estatus de plaga de calidad en cuanto al material de propagación". Y la aparición de otras alertas fitosanitarias como la Xylella o el cotonet de Suráfrica puede ser que provoquen una redistribución de los recursos asignados: el Consistorio quiere estar preparado para hacer frente en este caso.
Sobre las labores con la Generalitat, con el servicio de Sanidad Vegetal se colabora desde hace 15 años en tratamientos fitosanitarios, vigilancia, y tala y retirada de palmeras en el casco urbano, siendo la UTE Baobab-Gestaser la que se ha encargado de este servicio en los últimos años, así como de mediar con Tragsa. Sin embargo, desde Parques y Jardines se justifica que los palmereros tienen una categoría profesional de 'técnicos especialistas en palmeras', y que esta cualificación no es 'técnica' a nivel académico, por lo que no pueden asumir tareas como realizar informes, valoraciones de estado de las palmeras y otras tareas derivadas del contrato que se busca, "por cuestión directa de la falta de atribuciones profesionales al respecto".
Por ello desde la concejalía se justifica que los trabajos de prevención, detección precoz y estrategia de lucha integrada exige de la existencia de un personal capacitado, especializado en Sanidad Vegetal y técnicas de tratamiento, especialmente endoterapia, fisiología y anatomía de palmáceas, valoración de riesgo en arbolado en entornos urbanos, "siendo necesario establecer una serie de condiciones técnicas que definan sus funciones primordiales". Por ello se busca personal cualificado para este propósito, con capacitación adicional como Asesor Fitosanitario para la supervisión y dirección de los equipos de actuación fitosanitaria del Consistorio para la lucha contra las plagas.
Se trata de un contrato para dos años, prorrogable anualmente hasta un máximo de otros tres, y para el que no se especifica de cuánto ha de ser el equipo técnico. Sí que como mínimo de una persona, para lo cual se ha establecido un precio de 52.695,29 euros anuales, siendo mensualmente un máximo de 4.391,27 euros. Asimismo, además de la opción de utilizar un vehículo híbrido o eléctrico para obtener más puntos en la licitación, se valorará la revisión e inventario de las palmeras datileras en viarios, plazas y parques públicos de las pedanías con núcleos urbanos. Ello con el objetivo de "cubrir el déficit de control periódico de picudo, ya que la inspección está limitada a huertos tradicionales de palmeras, al casco urbano y a ciertos puntos concretos que han supuesto importantes focos de picudo rojo: Elche Parque Empresarial". Es decir, Torrellano, El Altet, Arenales del Sol, La Hoya, La Marina, Parque Agroalimentario de La Alcudia, Parque Empresarial, Perleta, Valverde y Las Bayas.