En 2022 se celebran los 125 años que han pasado desde que Manuel Campello realizara el trascendental hallazgo mientras ayudaba en la finca familiar de L'Alcúdia. Por ello, la ciudad se ha volcado desde distintos ámbitos y se ha diseñado un logo específico
ELCHE. El 4 de agosto de 1897, un joven Manuel Campello, mientras ayudaba en la finca familiar de L'Alcúdia, golpeó con la azada una superficie dura que estaba oculta en la tierra. Aunque en el momento no lo sabía, estaba a punto de descubrir una de las piezas más importantes de la arqueología íbera. La ‘Reina Mora’, como se bautizó entonces, y a posteriori la Dama de Elche, como se presentó en el Museo del Louvre, es considerada desde entonces el elemento más icónico del arte íbero y del patrimonio ilicitano. En 2022 se celebra el 125 aniversario del trascendental hallazgo, para el que la ciudad se ha volcado desde distintos ámbitos y ha diseñado un logo específico.
Todo servirá como preámbulo para un gran acto que tendrá lugar el 3 de agosto en la Rotonda del Parque, para mil quinientas personas. El consistorio ha trabajado para celebrar por todo lo alto la efeméride. Ese día se repartirán obsequios y merchandising junto a una Dama viviente que paseará por la ciudad y, el 4 de agosto, se realizará la tradicional visita a L’Alcúdia con la entrega de flores a la Dama, donde se rendirá homenaje a las personas que han aportado mucho a todo lo relacionado con la pieza. También actuará la Coral Ilicitana.
Durante los meses pasados se ha presentado el libro de Francisco Vives, director de la cátedra Dama d’Elx de la Universidad Miguel Hernández (UMH), sobre la policromía y la piedra de la escultura, así como la exposición de la Real Orden de la Dama de Elche en Las Clarisas sobre sus distintas reproducciones. A final de año organizarán otra. En octubre, la UNED acogerá un seminario sobre el mundo íbero que abordará este hito de forma integral. Y, entre otros detalles, también la ONCE ha preparado un cupón especial rememorando el hallazgo. Desde el Ayuntamiento se ha tomado el aniversario como una cita fundamental, tal y como señala la edil de Cultura, Marga Antón. Aunque el busto esté en el Museo Arqueológico Nacional (MAN), «tiene todo el sentido como símbolo que es de la ciudad y desde el punto de vista sentimental», afirma Antón. «Hemos organizado actividades que llegarán a 2023 y seguimos trabajando para adecuar el Mahe de cara a conseguir la cesión del busto», añade.
La concejal enfoca el aniversario como un «proyecto de ciudad», que vertebra ese vínculo con la pieza. Un aniversario «potente», destaca, precisamente, porque todas estas actuaciones «tienen un sentido integral aunque las vayamos presentando de forma concreta en el tiempo». Para Antón, es clave que esta celebración «llegue a cualquier persona de la ciudad, puesto que es un icono que sentimos como propio». Aunque no esté en su ciudad natal, como sí ocurre con el Misteri d’Elx, se busca mantener viva la llama de esa comunidad portadora que se encarga de salvaguardar, difundir y transmitir los conocimientos de los iconos de su patrimonio. Ambos, a su manera, elementos que vertebran la sociedad ilicitana.
Asimismo, en julio, se han inaugurado dos exposiciones importantes. En el Museo de Arqueología e Historia de Elche (Mahe) se puede visitar Las edades de las mujeres íberas, que se centra en las mujeres en la cultura íbera y en la invisibilidad de la mujer en la interpretación del patrimonio. La misma pretende dar a conocer su protagonismo en esta sociedad, abordando su rol, sus miedos y preocupaciones, así como una interpretación de ese papel en clave económica, religiosa o política. En cuanto al museo de la Fundación Universitaria de L’Alcúdia de la Universidad de Alicante (UA), su exposición se titula La Dama de Elche: el nacimiento del icono. Consta de dos vitrinas y elementos enmarcados colgados en las paredes, acerca del busto como icono social atemporal, la estancia en París o los primeros documentos del hallazgo. Estos últimos, manuscritos originales e inéditos del arqueólogo, investigador y pintor Pere Ibarra.
Al hilo precisamente del yacimiento, aún no se ha excavado un 15% de la superficie, por lo que el potencial es enorme. Podría haber otra pieza o elemento igual o más importante que el busto íbero, ya sea en la zona íbera o en la romana, de gran importancia también, ya que es un ejemplo del poder y prosperidad romana en la Península Ibérica. Y es que, durante sus distintas fases —y quizá es una de las cuestiones relativamente más desconocidas—, Ilici llegó a ser sede episcopal visigoda durante más de tres siglos.
Directamente vinculado con la Dama, uno de los tres proyectos de excavación actuales, Damas y Héroes, está dirigido por el catedrático de Prehistoria de la UA Alberto Lorrio y codirigido por el profesor de Historia Antigua de la Universidad de Murcia, Héctor Uroz. El trabajo ha dado con los primeros vestigios del urbanismo íbero de Ilici y con una muralla en muy buen estado: el resto urbanístico más antiguo del yacimiento al asentarse sobre sedimento natural. Se conoce que hay tramos en sesenta metros de longitud y que la misma, además de tener una función defensiva, podría tener un sentido simbólico como ejemplo del poder de la élite del momento.
Este urbanismo íbero es lo más importante de esta segunda fase, con los primeros indicios de edificios intramuros. Ello ha traído aparejado teorías sobre el cómo de la conservación de la Dama de Elche. Frente al hallazgo en el tiempo de monumentos aristocráticos íberos, el busto es el único que se encuentra prácticamente intacto. De ahí se desprende que en algún momento de la historia, hubo una reacción iconoclasta, como explicaba Uroz a Plaza, en la que hay un cambio de poder y se destruye todo lo que tiene que ver con la clase dirigente saliente. La Dama, una urna cineraria, pudo estar escondida en la muralla al estar ya amortizada. Datos e hipótesis que la arqueología ofrece, y más que irán llegando, como seguramente se pueda explicar en próximos aniversarios que trasciendan esta efeméride.
