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la sustituta de puig se aleja de los rituales previos al congreso del partido

El atípico estilo Morant para el PSPV: sin comidas conspirativas y con una Ejecutiva más pequeña

Foto: EP/Jorge Gil
20/03/2024 - 

VALÈNCIA. El próximo fin de semana tendrá lugar en Benicàssim el congreso extraordinario del PSPV-PSOE. Una cita que servirá para escenificar el relevo del hasta ahora secretario general, Ximo Puig, por la ministra Diana Morant, única candidata a las primarias tras el acuerdo para la retirada de los otros aspirantes, Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa.

El pacto alcanzado por Morant con los otros dirigentes que habían dado un paso adelante se selló con todo tipo de imágenes y poses conjuntas, además de un contenido: Soler se convertirá en el presidente del PSPV -un cargo honorífico- y Bielsa será el vicesecretario general (único) de la formación socialista.

Ahora bien, desde aquellas fotos reiteradas de esos días de negociaciones y acuerdos, que culminaron el día de la proclamación de Morant cuando se convirtió en única aspirante, han pasado varias semanas sin que poco -o más bien nada- se sepa de cómo será la nueva ejecutiva. De hecho, existía una idea desde los sectores de Bielsa y Soler respecto a poder influir en designaciones clave como la Secretaría de Organización, el puesto más importante desde el punto de vista orgánico.

Sin embargo, Morant está demostrando que tiene un estilo propio e incluso atípico como líder del PSPV-PSOE, algo que ha elevado los nervios entre las familias políticas o dirigentes menos próximos a la ministra. Por ejemplo, la nueva secretaria general no se está prodigando en comidas o cenas conspirativas con unos u otros sectores para preparar el cónclave; escuchando propuestas de dirigentes o generando posibles alianzas con algún grupo en concreto a cambio de mejores posiciones en la nueva dirección.

Foto: EP/Rober Solsona 

Nada. Es más, fuentes del entorno de la líder se atreven a afirmar que no ha participado en primera persona en ninguna reunión de ese tipo y tampoco parece que sean una tónica entre los dirigentes de su confianza. Una forma de actuar que no implica complejos o rebuscados planes estratégicos de cara al cónclave, sino que se debe al estilo de Morant de mantener las reuniones justas para decidir las cuestiones relacionadas con el congreso sin tener que alimentar durante semanas especulaciones o relatos sobre negociaciones con el peligro de generar posibles expectativas o agravios con distintos sectores que podrían producirse con ese tipo de encuentros informales. No obstante, eso sí, las citadas fuentes aseguran que la ministra tiene en cuenta los acuerdos alcanzados con los otrora aspirantes y también que dará voz a los distintos sectores con peso en el partido a la hora del diseño de la ejecutiva, algo que ahora sí apunta a ponerse en marcha en la recta final antes del cónclave, pero la idea de la líder se dirige a un reparto equilibrado que se base en la representatividad de las sensibilidades, sin mayores complicaciones.

Esta manera de proceder de Morant no sorprende en su entorno. De hecho, tal y como ya avanzó semanas atrás, su intención -y así lo refleja el programa- es de que la nueva dirección del partido esté conformada el mismo sábado del congreso, lo que significa que se acabará con la clásica noche de negociación de la ejecutiva. Un ritual que llevaba al nuevo líder y su círculo más estrecho a recibir a distintos referentes del partido para consensuar los nombres de la dirección, proceso que se alargaba hasta altas horas de la madrugada.

Precisamente otra de las cuestiones en las que Morant prefiere acometer un giro es el del tamaño de la Ejecutiva. Las últimas tres direcciones diseñadas por Puig se movieron entre las 60 y 70 personas, una cifra que, en cada ocasión, apuntaba a ser menor para no dar una sensación de órgano masivo y poco eficaz. Sin embargo, las problemáticas de la negociación y el deseo de no enfadar a ningún sector, empujaban al líder, finalmente, a elaborar una cúpula mucho más grande de lo deseado inicialmente. A priori, la nueva secretaria general tiene como objetivo conformar una ejecutiva más pequeña que la actual (tiene 63 miembros), pero nadie se atreve a asegurar que el proceso de negociación no termine como los de su predecesor.

En cuanto al contenido, sólo se conocen especulaciones. El puesto estrella, la Secretaría de Organización, sigue en el aire: uno de los nombres que viene sonando es el de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, si bien tiene el gran hándicap de ostentar el máximo puesto de responsabilidad institucional que tiene el PSPV en la Comunitat, lo que genera dudas sobre la incompatibilidad de altos cargos. Por otro lado, también se especula con que Morant sitúe una figura de coordinación por encima de la vicesecretaría general que ocupe Bielsa, con el objetivo de que la líder tenga a alguien de su máxima confianza en el escalón inmediatamente posterior a su cargo. En los próximos días irá desvelándose el misterio.

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