ALICANTE. La Conselleria de Educación y el Ayuntamiento de Alicante, o mejor dicho, sus máximos representantes institucionales, Vicent Marzà (Compromís) y Gabriel Echávarri (PSOE), se verán finalmente las caras el próximo martes 14 de febrero para abordar los cuatro asuntos que el primer edil considera capitales sobre la situación de la enseñanza en la segunda ciudad de la Comunitat: una actualización sobre el estado de los centros docentes, en algunos de los cuales todavía se halla presente el amianto; el futuro de la educación concertada; el desarrollo del decreto de plurilingüismo y la regulación del horario de los conserjes municipales destacados en los colegios.
El encuentro, reivindicado por Echávarri desde principios de año, se celebrará en Valencia tras un tenso cruce de decisiones, gestos y declaraciones que han polarizado las relaciones entre las dos administraciones. Es más, la cita no conlleva ninguna tregua. Al contrario, se desarrollará con todas las espadas en alto. Portavoces oficiales del departamento autonómico confirmaron a Alicante Plaza que la reunión no modifica el camino trazado y que el contencioso anunciado contra el decreto de Alcaldía sobre la jornada de los conserjes municipales que prestan servicio en los colegios sigue en trámite. Según las mismas fuentes, sólo se esperaba un último informe de la Abogacía de la Generalitat (en el que se debía expresar su consentimiento) para poder registrar el recurso.
En ese escenario, siempre según las mismas fuentes, se contemplan dos únicos supuestos: si el encuentro se cierra con acuerdo y el decreto se retira, Educación desistirá de su recurso; si persisten las diferencias, las acciones legales se mantendrán. O lo que es lo mismo, Educación sostiene que existen sobrados argumentos legales para defender que los conserjes municipales son los responsables del funcionamiento y vigilancia de los centros durante todo el horario escolar (entre las 9:00 y las 17:00 horas) y no sólo durante el nuevo horario lectivo, tras la instauración de la llamada jornada continua (desde las 9:00 hasta las 15:30 horas).
El pasado viernes, en sus últimas declaraciones públicas sobre la controversia, Echávarri dijo no entender los motivos que habían llevado a la conselleria a registrar su impugnación sin haber iniciado la vía diplomática. En esa línea, apuntó que, si Marzà no facilitaba un encuentro, expondría su preocupación sobre la situación educativa de Alicante directamente al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en un encuentro previsto para el 21 de febrero. Según fuentes de Educación, la confirmación de la reunión con el conseller llegó pocas horas después, ese mismo viernes.
Echávarri continuó defendiendo, la semana pasada, que su decreto sólo trataba de proteger las condiciones laborales de los trabajadores municipales, que tenían el mismo derecho que los profesores a conciliar su jornada laboral con la vida familiar. Insistió en que los conserjes no son los responsables de la vigilancia de los centros y lamentó la precipitación y la falta de diálogo a la hora de poner en marcha la jornada continua. Y extendió esa falta de comunicación a las AMPAS a las que, sostuvo, no se les está dejando organizar las actividades extraescolares en los centros pese a que se les había dicho que sí podrían hacerlo.
La posición sobre los conserjes es la tesis que defiende el Sindicato de Empleados Públicos (SEP), con representación mayoritaria en el Ayuntamiento, quien expresó su respaldo al decreto de Echávarri sólo un día después de que el Consejo Escolar Municipal acordase (con el voto de los representantes de Guanyar y Compromís) solicitar la retirada del decreto de Alcaldía sobre los horarios de los bedeles.
La edil de Educación, María José Espuch (Compromís), defendió, por su parte, que ella no podía mediar en la regulación de los horarios de los conserjes hasta conocer las necesidades reales de los centros. Para entonces, dijo, los sindicatos ya habían mantenido reuniones con Alcaldía, desde donde se les garantizó el compromiso de defender la posición de los empleados municipales. Con todo, insistió en que se sigue buscando la forma de ampliar la contratación del número de conserjes para facilitar la tarea de vigilancia de los centros.
En cualquier caso, la cuestión de los horarios no es la única prioridad de ese encuentro. Echávarri insistió en que cuestionará al conseller sobre el futuro de la concertada, que es un modelo que impulsó el PSOE para que los ciudadanos tuviesen libertad de elección. También sobre la reforma de algunos centros muy deteriorados o sobre la aplicación del decreto de plurilingüismo, para que no haya ningún problema que hasta ahora no se ha planteado.