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propuesta para 'corregir' la modificación del plan general que acota al gran comercio 

El PP tienta a Cs y a los tránsfugas a enmendar al tripartito para permitir hipermercados en Rabasa

26/07/2017 - 

ALICANTE. El PP de Alicante pasa a la ofensiva en la regulación que trata de poner coto al gran comercio. Su portavoz municipal, Luis Barcala, registró este miércoles una enmienda (una corrección) a la modificación del Plan General que impulsa el tripartito con la que -entre otros objetivos- PSOE, Guanyar y Compromís pretenden dar el portazo definitivo a la instalación de un macrocentro comercial en Rabasa. Es decir, un proyecto como el que preveía la ATE Alicante Avanza -promovida por el controvertido constructor Enrique Ortiz- junto a una tienda de Ikea. 

La enmienda puede suponer un tiro en la línea de flotación de ese pretendido blindaje, ya que -de aprobarse- daría cabida de forma explícita a la implantación de hipermercados en el suelo que discurre en paralelo a la avenida de la Universidad. Como publicó este diario, el cambio urbanístico propuesto por el equipo de Gobierno aspira a ordenar la instalación de medianas superficies y supermercados en el casco urbano consolidado y sólo contempla la instalación de hipermercados en los frentes de los llamados ejes estructurantes: en definitiva, los grandes viales de la ciudad como la avenida de Dénia o la Vía Parque. En esa definición, sólo se incluye un tramo de la avenida de la Universidad, que discurre entre la calle Teulada y la rotonda que da acceso a Decathlon.

Los populares ya expresaron su rechazo a esa delimitación en la comisión informativa de Urbanismo celebrada este lunes al considerar que podría tener efectos disuasorios para la llegada de inversiones y que, a la postre, implicaba cerrar las puertas de manera definitiva un posible aterrizaje de Ikea. De hecho, el PP planteó que la modificación puntual del PGOU se retirase del pleno para que se corrigiese en dos puntos básicos y se volviese a plantear en septiembre: primero, que se regulase la instalación de gasolineras;  y segundo, que se considerase vial estructurante todo el trazado de la avenida de la Universidad. Con esas dos condiciones, según Barcala, su grupo estaba dispuesto a respaldar la modificación. 

El tripartito rechazó aplazar el debate de su propuesta. El concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón (Guanyar), defendió que la modificación del PGOU no impide que pueda implantarse un hipermercado o una tienda de Ikea acompañada de medianas superficies en el entorno de ese tramo de la avenida de la Universidad, que ahora es suelo rústico, si se presenta una propuesta para que esos terrenos se reclasifiquen. Así que, el cambio de planeamiento se votará este jueves sin tener una mayoría garantizada para que pueda aprobarse. PSOE, Guanyar y Compromís necesitan el apoyo de al menos un concejal de la oposición, y en la comisión de Urbanismo del lunes sólo hubo una abstención el bloque con muchos recelos tanto por parte de Cs como de los dos ediles no adscritos, Fernando Sepulcre y Nerea Belmonte. De ahí que el PP decidiese maniobrar, este miércoles, con la presentación de la enmienda in extremis.

La corrección de los 'populares' se votará antes que la propuesta del tripartito y quedará incorporada de forma automática si suma los apoyos de Cs y de los no adscritos

La corrección del PP se debatirá y se votará antes que la propuesta tramitada desde la Concejalía de Urbanismo, de modo que quedará incorporada de forma automática si los populares (8 concejales) reúnen los apoyos de Cs (5 ediles) y de los dos tránsfugas para sumar 15 votos: la mayoría absoluta. Después, bastaría que se repitiese esa misma votación sobre la propuesta de acuerdo original planteada por el tripartito para que quedase aprobada. 

Así lo advirtió el propio Pavón al conocer la enmienda. Y no dudó en calificarla de "torticera" y de "fraude procedimental", ya que conllevaría que se aprobase una medida que, insistió, contradice el acuerdo que se aprobó en el consejo local de comercio en octubre de 2015 sin dar la oportunidad de que ese mismo foro -en el que están representados todos los actores del sector- pudiese pronunciarse ni presentar alegaciones.

En esta línea, subrayó que "con esta enmienda, el PP local traiciona y tritura por completo su supuesto compromiso con 'Ikea sí, macrocentro no'", en referencia a la posición que adoptó el exalcalde Miguel Valor tras la renuncia de Sonia Castedo, "y vuelve a amparar intereses particulares frente a los intereses generales, retrotrayendo al PP a la nefasta etapa de Alperi y Castedo y a su urbanismo a la carta". "Barcala debería retirar su enmienda, pero si la mantiene, puede contar con nuestro voto en contra más enérgico", añadió.

Los argumentos del PP

Barcala, por su parte, explicó que la modificación del artículo 95 del PGOU promovida por el tripartito pretende limitar la instalación de nuevos centros comerciales en la ciudad en favor de la implantación de medianas superficies, y "con la exclusión de Rabasa como futuro eje comercial". El líder de los populares subrayó que que "los límites de cualquier superficie comercial en Rabasa fueron los delimitados en la comisión de Ikea celebrada el 21 de abril, en la que todos los grupos aceptaron, Guanyar incluido, una tienda de 40.000 metros cuadrados para la tienda de la multinacional sueca y otros 40.000 de máximo para el centro comercial anexo". "Y eso es una gran superficie, pero establecíamos que con esas limitaciones no pudiera ser un macrocentro", ha explicado Barcala, quien recalcó que el propio vicealcalde, Miguel Ángel Pavón, "votó a favor y ahora lo que está haciendo es todo lo posible para que Ikea se largue". 

Barcala criticó que "con las limitaciones que quiere plantear Pavón se hace imposible que nadie se pueda plantear una tienda de 40.000 metros cuadrados más otros 40.000 metros cuadrados de superficie comercial, y lo que es peor es que está condenando a que Rabasa no tengan desarrollo de ningún tipo". El portavoz del PP recordó que Pavón "empezó intentando que todo el suelo de Rabasa fuera protegido y éste no es más que su último intento para impedir el desarrollo futuro de Rabasa, en contra de los intereses no solo de los vecinos de la Zona Norte sino de los alicantinos en general". 

"Excluir esa zona", ha insistido, "es decir no a Ikea en Alicante o a cualquier otra inversión comercial y eso el PP no lo va a hacer, por lo que esperamos que los grupos municipales acepten la enmienda que hemos presentado, que complementa su propuesta", ha explicado Barcala. De otra manera, el dirigente del PP no dudó de que "el veto a Rabasa afectará muy seriamente a las posibilidades de implantación de la multinacional del mueble en la ciudad y ellos serán los únicos responsables".

"Defendemos que esta empresa sueca o cualquiera pueda instalarse con las condiciones que todos los grupos políticos fijamos en abril en la Comisión de Ikea y entendemos que no podemos hipotecar el futuro crecimiento de Alicante con mensajes disuasorios ala inversión en la Zona Norte, que tan necesitada está de un impulso privado para su desarrollo", recalcó, a través de un comunicado.

"Hay una diferencia entre dar la posibilidad de llevar a cabo inversiones comerciales o prohibirlas como pretende el tripartito, en contra de lo acordado hace pocos meses", subrayó Barcala. "Con nuestra propuesta se busca también ampliar las posibilidades de los comercios en el casco urbano y fuera", concluyó.

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