ELCHE. Se las prometían muy felices Pablo Ruz y su equipo tras la aplastante victoria de su candidatura frente a la de Mercedes Alonso en verano del pasado año, en la que la mayoría de los afiliados optaron por la savia joven que representa el que fuera delfín de Alonso. Aunque hasta ahora (después del espectáculo con las portavocías) habitaba una relativa calma de puertas hacia fuera, los acontecimientos se han precipitado de golpe, aunque lo que se pueda liar la cosa dependerá también de cómo la actual ejecutiva quiera solventar este repentino anuncio: Vicente Granero tiene la intención de presentarse como alcaldable para 2019.
Si algo parecía claro, a pesar del protocolo de las sonrisas obligadas y el mantener la compostura, es que Mercedes Alonso no iba a darse por vencida tan fácilmente después del revuelo interno con el asunto de las portavocías. Uno de los que se ha mantenido fieles a ella, Vicente Granero —con los ediles Justino Delgado y Erica Sánchez— dice ahora que lleva tiempo reflexionando sobre esta decisión que finalmente se ha hecho pública: postularse como candidato del partido a la alcaldía en 2019. Algo que ha cogido a Ruz en plena campaña de calle recorriendo barrios de la ciudad. Debería pensar, al igual que el tripartito, que el asunto bicefálico ya estaba cerrado. Así que este puede volver a frotarse las manos por los líos en la casa de los vecinos, aunque saben que es sólo algo coyuntural.
Y sobre todo, algo que viene a demostrar que esas supuestas heridas cerradas y el compromiso de ir todos a una que se comentaba tras la elección de Ruz no era tal. Algo que basta con ver la actualidad, mientras que el sector de Ruz convoca sus ruedas de prensa en la sede del partido, los alonsistas lo hacen en el grupo municipal, como si fuesen grupos autónomos que han llegado al acuerdo tácito de no molestarse: juntos, pero no revueltos. Una bicefalia que sigue existiendo, a pesar de que el actual presidente del partido renunciara a seguir dando la batalla por ser el portavoz en las sesiones plenarias. Era una batalla perdida al no haber acuerdo, necesario para poder efectuar dicho cambio.
En cualquier caso, tras el anuncio de Granero, desde el seno del partido y afiliados se preguntan que hasta cuándo continuará Alonso con esto, erosionando la formación. Además, rápidamente han salido al paso los miembros del equipo de Ruz:
El pasado mes de Julio del 2017 se celebró la asamblea más democrática de la historia del Partido Popular de Elche en la que ejercieron su derecho a voto más de 1300 personas. El resultado fue contundente el 68% con 870 votos de los afiliados optaron por la candidatura de Pablo Ruz y por ello un cambio en la dirección local del Partido.
Sin duda, un argumento de peso. De hecho, es de esperar que la candidatura de Granero no quede más que en anécdota. Hay que recordar que además, Ruz tiene el apoyo no sólo de Isabel Bonig para su candidatura en 2019, también de la Ejecutiva Nacional, la Regional y la Provincial, algo en lo que incidió el diputado Pablo Casado, vicesecretario general de Comunicación del Partido Popular y amigo de Ruz. Es el Comité Electoral Regional quien decide el candidato, y lo han de aprobar desde Génova en última instancia. Parece obvio, por tanto, que lo de Granero no llegará muy lejos. De todas formas, algunas fuentes de la dirección del partido ya han lanzado un mensaje nítido, cuidado con los espectáculos porque se podría elegir a un tercer candidato.
Algo que por otra parte también parece increíble, sería un duro castigo para el partido y sobre todo para Ruz, después de lo que ha costado llegar hasta aquí. Aparte de que el único que podría por tablas ser candidato ya ha pasado no a segunda, sino a tercera línea, como es Antonio Luis Martínez Pujalte, que pensaría que se iba con los cimientos del nuevo proyecto bien consolidados. Pues no, aunque es de esperar que lo de Granero no llegue muy lejos. El concejal plantea que se pueda elegir al candidato en unas primarias, aun sabiendo que los estatutos no lo recogen. Estas a su vez serían unas primarias abiertas también a simpatizantes, no sólo a militantes. Una propuesta astuta, porque quien cuenta con el apoyo de los afiliados es Ruz y esto le podría dar más oxígeno —asevera que mucha gente le ha animado a dar el paso—, aunque no llegará a materializarse por el reglamento interno.