ALICANTE. Los próximos dos días resultarán claves para la continuidad o no de Ángel Rodríguez en el banquillo del Hércules.
Los números son inaceptables (despide la jornada duodécima en puestos de descenso, a 12 puntos de la primera, la segunda y la tercera plaza y a 10 de la cuarta y la quinta), el propio preparador lo reconocía este domingo en su comparecencia de prensa posterior al choque ante el Lleida, pero también se mostraba seguro de que el equipo le dará la vuelta a la situación y logrará el ascenso con él en el banquillo. Eso sí, ya no hablaba del campeonato de grupo, se refería a la disputa del 'play-off': "Quedar primeros va a estar jodido, pero hay tiempo para el 'play-off'", decía para, a continuación, rechazar que corra peligro real de descenso.
El caso es que el leonés aseguraba en la sala de prensa del estadio Rico Pérez que había estado minutos antes "con Francisco Peña" y que este no le había trasladado "nada" respecto a su futuro. Una situación que entrada la noche del domingo se mantenía, tal y como manifestaba el secretario técnico a Alicante Plaza.
Como es habitual los lunes, la plantilla blanquiazul llevará a cabo una sesión de recuperación. Salvo sorpresa mayúscula, Ángel Rodríguez dirigirá la misma... a la espera de que se adopte una decisión sobre su continuidad. Ahora mismo no se puede descartar nada: por la disparidad de opiniones sobre la situación en el seno de la entidad, porque de prescindir del leonés habría que encontrar un entrenador de garantías que quisiera hacerse cargo del banquillo y, especialmente, porque como club histérico (más que histórico, a día de hoy) todo puede pasar en él.
El Hércules es de los pocos del fútbol español que no facilita un plan de trabajo a los medios de comunicación que cubrimos su actualidad a diario, pero lo normal es que el martes la plantilla disfrute de la habitual jornada de descanso. Como los lunes ya no hay atención a los medios (así se decidió por la entidad hace dos semanas), hasta el miércoles no será posible hablar con un protagonista, salvo que haya una decisión traumática respecto al futuro de Ángel Rodríguez y que Peña quiera explicarla, claro. Preguntado precisamente por esa posibilidad, por su hipotético despido, el entrenador blanquiazul admitía que es algo que entendería "porque llevo 33 años en la profesión y sé las medidas que se toman en estos casos", pero a continuación recalcaba una vez más que mientras sea el entrenador del Hércules "va a seguir trabajando".
Puede que al estar sancionado, es decir, seguir el choque desde el antepalco, los aficionados se olvidaran de él este domingo y de ahí que no fuera destinatario de ni uno solo de los no pocos cánticos que sí le dedicaron aquellos a Enrique Ortiz, 'su' directiva y los jugadores. Puede. La realidad es que lo anterior no se produjo, Ángel Rodríguez dejó de ser ese paraguas bajo el que todos en el club se han venido cobijando desde que las cosas han empezado a torcerse este curso. Pero es que tampoco se vio a un equipo intenso, "dolido", con ganas de agradar como precisamente el entrenador pronostica semana tras semana: los errores groseros se sucedieron sin solución de continuidad y un rival que solo había metido 5 tantos en 11 jornadas le endosó 4 a los blanquiazules.
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"Un partido malo", una defensa "frágil", la peor versión" de su equipo, decía haber visto el preparador del Hércules, llegando a pedir "perdón" a la afición e invitando públicamente a su jugadores "a mirarse el ombligo". Eso sí, Rodríguez insistía en que tiene "claro qué necesitan para mejorar" y se mostraba seguro de que con trabajo lo conseguirán: "Estamos en una versión mala, atascados, pero el partido de hoy no hace justicia a lo que puede ser el Hércules", explicaba.