El alcalde de Orihuela y concejal de Régimen Económico, Pepe Vegara, durante un pleno. Foto: Pepe Olivares.ORIHUELA. Está terminando febrero de este 2024 y Orihuela continúa con los presupuestos prorrogados desde 2018. La hoja de ruta económica del Ayuntamiento trae de cabeza a todos los gobiernos municipales desde entonces. De hecho, fue uno de los principales argumentos de PSOE y Ciudadanos para llevar a cabo una moción de censura que en abril de 2022 acabó con siete años de Alcaldía del PP de Emilio Bascuñana, y que llevó a la socialista Carolina Gracia a ostentar la vara de mando en la esquina del pavo. PSOE y Cs prometieron entonces un presupuesto en cuestión de meses que nunca llegó. Ni siquiera tras contratar a una empresa externa para que los confeccionase. El nuevo gobierno de PP y Vox en Orihuela llegó con la misma promesa: la de aprobar un presupuesto que, por el momento, se le está atragantando, al igual que se le atragantó a sus predecesores.
A finales de diciembre, el alcalde, Pepe Vegara, aseguró que el borrador del presupuesto estaría listo en el mes de enero, con la vista puesta en aprobarlo en un pleno extraordinario en el mes de febrero. Aquél borrador se topó con las primeras trabas del departamento de Intervención, como desveló Ciudadanos. Vegara, en declaraciones a Alicante Plaza, señala que la interventora "nunca tumbó el presupuesto, como se quiso hacer ver" por parte de la oposición. El documento que se presentó nunca fue el definitivo sino "un borrador para ir afinándolo antes de presentar el proyecto definitivo", añade. Ese documento definitivo, en palabras del primer edil, se elevó el pasado 14 de febrero. Intervención dispone de diez días hábiles para realizar su informe preceptivo. Sin embargo, y continuando con el lío de los presupuesto de Orihuela, la interventora causó baja médica el pasado lunes 19 de febrero.
Los tiras y afloja entre la Alcaldía y la Intervención no son un secreto a voces. Nadie en el Ayuntamiento se atreve, a cara descubierta a señalar que existe una relación entre esa presentación del proyecto de presupuestos y la baja de la habilitada nacional. Lo que se comenta por los corrillos, sin embargo, es muy diferente. Al margen de que se trate o no de una coincidencia, lo cierto es que a podría bloquearse ese informe sobre las cuentas municipales, impidiendo que avance el proyecto. No obstante, Vegara se muestra confiado de que la interventora accidental, en ausencia de la titular, pueda realizar este informe. No hay fecha para la incorporación de la interventora titular, aunque tampoco está claro que la accidental esté por la labor de asumir esta responsabilidad.
Desde el equipo de gobierno, reconocen la frustración por las trabas que se están encontrando en el camino hacia la aprobación de estos presupuestos. "Los números están cerrados desde hace 11 semanas", señala el alcalde. Poco ha trascendido de estas cuentas municipales más allá de que el gasto ha crecido un 50%, hasta los 90 millones, mientras que los ingresos apenas lo han hecho en un 9%. Las inversiones serán, según el anuncio del alcalde, de 35 millones de euros. Entre los cambios más destacados, también se modifica la relación de puestos de trabajo para incluir tres coordinadores generales y un puesto para la creación de un asesor jurídico, "para acercarnos al sistema de gobierno de grandes ciudades, que ya nos toca", apunta Vegara.
El presupuesto es necesario no solo para actualizar unas cuentas que llevan estancadas ya seis años, sino para acometer proyectos e inversiones tan importantes como la reforma del Centro Ocupacional Oriol en El Palmeral, cuyos usuarios están desalojados desde que la DANA de 2019 acabara con las instalaciones. El hartazgo de las madres y padres de los usuarios les han llevado esta semana a iniciar una serie de protestas que repetirán todos los jueves para exigir soluciones. Esas soluciones pasan por incluir en los presupuestos la partida necesaria para poder licitar las obras.
No obstante, el gobierno local ya trabaja en "una alternativa por si no fuera posible sacar adelante los presupuestos a corto plazo". Esta alternativa pasa por modificaciones presupuestarias con las que crear esas mismas partidas para poder licitar los proyectos. En el caso del Oriol se trata de una obra de 1,9 millones de euros, con un plazo de ejecución de varios meses. Vegara prometió el jueves que los usuarios se "comerían el turrón" en las instalaciones de El Palmeral, pero el tiempo juega en su contra. Para la aprobación de los presupuestos podrían pasar meses hasta que se completen los trámites administrativos que les permitan entrar en vigor. Después, tendrían que salir a licitación los trabajos, resolverse la adjudicación e iniciarse la obra, que por el montante económico será de al unos 9 meses, según fuentes consultadas por Alicante Plaza.
Sin embargo, desde el equipo de gobierno están estudiando "licitar por urgencia esta obra, lo que reduciría todos los plazos administrativos a la mitad", explica el alcalde.
Sea como fuere, el lío de los presupuestos de Orihuela no ha terminado, y todo apunta a que habrá nuevos capítulos en las próximas semanas, cuando Intervención, ya sea a través de ian interventora titular o la suplente, emita su informe.
