Obras de San Juan Beach, de Alibuilding, en el PAU-5 de Alicante. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. La pandemia del coronavirus y sus restricciones a la movilidad impactaron en 2020 en la parte final de la cadena de valor del sector inmobiliario, en tanto que dificultaron el cierre de operaciones por la imposibilidad de desplazarse de los compradores. Pero en cambio, no tuvieron ningún efecto en la primera parte de dicha cadena, dado que la construcción se consideró un sector esencial que solo paró su actividad una semana, en la Semana Santa de abril de 2020.
De hecho, las promotoras y las constructoras exprimieron al máximo dicha condición de sector esencial, puesto que durante el año de la pandemia se finalizaron en la provincia de Alicante casi un 20% más de viviendas que en 2019, sin coronavirus. Concretamente, 5.243 viviendas, según recoge una nota técnica sobre el sector elaborada por el departamento de estudios de la Cámara de Comercio de Alicante.
El informe recoge también, como adelantó este periódico en su momento, la caída en torno al 22% de las operaciones de compraventa, por las dificultades antes citadas (al margen de que la pandemia haya afectado también a la renta disponible de las familias), "aunque las ventas de vivienda nueva cayeron menos que las de vivienda usada". La caída de la demanda extranjera lastró las ventas del sector en la provincia. Durante el pasado año se vendieron 14.386 viviendas a extranjeros, un 31% menos que en 2019. "El descenso fue generalizado en todos los mercados", según la Cámara.
Con todo, "el impacto de la pandemia en la actividad inmobiliaria ha sido menor que en otros sectores económicos", indica la nota técnica, y como muestra, "durante el pasado año se terminaron 5.243 viviendas en la provincia de Alicante, un 18% más que en 2019". De hecho, "la recuperación del ritmo de actividad se ha reflejado en la evolución del empleo del sector. Al finalizar el año, el número de afiliados a la Seguridad Social en el sector de la construcción ascendía a 49.879 empleados, una cifra que se aproxima al nivel registrado en el mismo mes del año anterior".
Eso sí, el informe de la Cámara advierte que el crecimiento en el número de viviendas terminadas experimentado en 2020 se truncará durante el año en curso, dado que donde sí se ha producido una caída importante por la pandemia es en el número de viviendas iniciadas, como también ha publicado este diario. "El menor número de visados de obra nueva en 2020 afectará al número de viviendas terminadas en 2021".
Todo ello se ha combinado de forma que el stock de vivienda nueva sin vender en la provincia se ha reducido en los últimos años, de las 40.000 que había en 2018 a las 37.500 de 2020, según recoge la nota técnica de la Cámara, "aunque Alicante continúa entre las provincias con mayor porcentaje de stock sobre el total y sobre su parque de viviendas". Además, "se prevé que la inversión en vivienda comience a recuperarse en la segunda mitad de 2021", tal como avanzaron los expertos participantes en el reciente foro Inmobiliario de Alicante Plaza, "a medida que vayan desapareciendo los focos de incertidumbre".
En cuanto a las previsiones para 2021, el informe de la Cámara señala que la tasa de ahorro de los hogares se ha incrementado notablemente por las restricciones al consumo durante la pandemia, en un contexto de bajos tipos de interés. "El aumento del ahorro junto con la menor rentabilidad de los activos financieros seguros son factores que incentivan la inversión en vivienda".
Asimismo, "los fondos del Plan Europeo de Recuperación pueden suponer un fuerte impulso para el sector inmobiliario a través de programas de rehabilitación". Los precios evolucionarán a la baja los próximos meses, y su recuperación dependerá de la velocidad con que se recupere la demanda extranjera.
