ALICANTE. El comportamiento del mercado inmobiliario mantiene su pujanza en Alicante por lo que respecta al volumen de ventas a residentes extranjeros. Incluso, pese a los primeros latigazos que ya parecen percibirse como posibles consecuencias del impacto del Brexit. Cuando menos, así se desprende del último informe anual sobre la evolución de ventas elaborado por la asociación de promotores de la provincia, Provia, en el que se refleja un incremento de un 9% en las transacciones de vivienda a compradores foráneos respecto al dato de 2015. En concreto, según ese estudio, se cerraron 19.063 operaciones, 1.595 más que en el año anterior.
Y no sólo eso, los números también son más que positivos por lo que respecta al rédito o negocio derivado de esas transacciones. El precio medio de las viviendas vendidas a lo largo de 2016 fue de 131.030,37 euros, un 2% más del valor de 2015. Con esas operaciones, la facturación total de ese volumen de transacciones también arroja datos en positivo: nada menos que 2.497 millones de euros, 240 más que en el ejercicio anterior.
El dato confirma la buena salud del sector y del destino en la medida en que las ventas totales a extranjeros son más del doble (un aumento del 55,1%) de las que se vendieron hace sólo seis años: en 2010 se transmitieron 8.557 inmuebles en el conjunto de la provincia.
Otro dato que invita al optimismo en el sector de la promoción y la construcción tras el estallido de la crisis, en 2008, es que el incremento de las ventas es paralelo tanto en la vivienda nueva como en la vivienda usada. En 2016, se vendieron 2.665 inmuebles de nueva construcción, frente a las 2.135 de 2015 o las 1.884 del año precedente. En realidad, ese crecimiento es constante desde el año 2010. También lo es el de la cifra de ventas que se concretaron cuando las viviendas todavía estaban en proceso de construcción (71, frente a las 36 de 2015). La venta de pisos usados sigue siendo mayoritaria hasta el punto de que representa el 86% del total. Sin embargo, también ahí se produce lo que podría considerarse otra mejora, ya que ese porcentaje es dos puntos inferior al de 2015.
¿Qué sucede con el comportamiento del mercado británico? El informe confirma que los residentes del Reino Unido continúan siendo los principales compradores de origen extranjero en la Costa Blanca, en una posición muy destacada, con 4.570 transacciones. Con todo, sí se perciben señales de cierto retroceso. En concreto, las ventas con ciudadanos procedentes del Reino Unido cayeron un 5% respecto a 2015. En ese año, se registraron 4.826.
¿Existe una relación directa de esa disminución con el resultado del referéndum a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea y las incertidumbres que esa decisión genera? El informe de Provia no llega a analizarlo y, por lo pronto, a partir de los datos estadísticos generales agrupados por trimestres, tampoco puede sostenerse que exista una correlación directa.
La votación a favor de la salida de la Unión se produjo el 23 de junio. Sin embargo, en la segunda mitad del año no hubo una caída sostenida en la cifra total de viviendas vendidas a extranjeros. En el primer trimestre (enero-marzo) se vendieron 4.286; en el segundo (abril-junio), la estadística subió hasta los 5.434 ventas; en el tercero (julio-septiembre, primero tras la votación), se produjeron 4.548 ventas; y en el cuarto (octubre-diciembre) hubo un ligero repunte hasta las 4.785. Tradicionalmente, además, el tercer trimestre (los meses de verano) es el más flojo del año y suelen registrarse el menor número de operaciones todos los años, por lo que no se observa ninguna anomalía. Todo parece indicar que el balance de 2017 será el que permita determinar si estos primeros síntomas o indicios de retroceso se confirman como consecuencia de la nueva situación de incertidumbre o si se trata de una caída circunstancial, sin causa concreta.
En cualquier caso, el informe de Provia subraya otro fenómeno paralelo que es el que contribuye a que las cifras finales impliquen crecimiento. Se trata de la emergencia o de la evolución favorable de otros mercados como el sueco o el belga. Con ciudadanos procedentes de Suecia se cerraron 2.339 ventas, un 32% más. De hecho, como destaca el estudio, es el mercado que más crece por lo que respecta a la compra de vivienda como residencia vacacional. En términos de porcentaje de incremento, sólo las viviendas adquiridas por ciudadanos de Marruecos suben más, con un 46,1%, pero con totales mucho más bajos: 358 viviendas en 2016, 245 en 2015.
Los belgas, por su parte, compraron 2.065 viviendas, un 17,3% más. Y tras ellos, se sitúan los franceses, noruegos, alemanes y ciudadanos procedentes de Países bajos. Por último, el estudio también destaca la caída del mercado ruso, que retrocede un 13,8% en el tercer año consecutivo de disminución.