La Junta de Valoración de Bienes Patrimoniales de la Generalitat ha desestimado la compra del Cine Ideal de Alicante al estimar desproporcionado el precio por el que el grupo Baraka, del empresario murciano Trinitario Casanova, compró el inmueble a la familia propietaria: en torno a los 5 millones de euros. Otros medios cifran la cantidad en 6 millones. ¿5 ó 6? No es lo mismo. El citado organismo, dependiente de la Conselleria de Hacienda, estima que el valor del Ideal se sitúa en una horquilla que va entre 1,8 millones y 2,5. Podemos comparar las cifras y llegar a la conclusión de que los propietarios han pegado un pelotazo, o cuando menos un mini-pelotazo si nos ponemos a comparar con otras operaciones inmobiliarias gordas. Sombras.
El propio Casanova adquirió unos terrenos en un paraje de Águilas, la Zerrichera, por 7 millones de euros para hacer una macro urbanización con campo de golf incluido. Hubo recalificación de terrenos, sale hasta en el wiquipedia : la operación casi le cuesta el puesto al entonces presidente murciano, el popular Ramón Luis Valcárcel, año 2004. Según el diario La Verdad, en una crónica de octubre de 2021 de Ricardo Fernández, Casanova, revendió los terrenos a la caja de ahorros vasca, La Kutxa, por 128 millones. Eso es un pelotazo como dios manda. El propietario de Baraka, que gasta Rolls Royce (también tutela una fundación cultural muy potente, ojo) tiene un muy dudoso índice reputacional en la prensa especializada: salió en los papeles de Pandora, con un tenderete en Panamá, y ha protagonizado en los últimos años agrias controversias en sus operaciones inmobiliarias en Madrid. Los 5, ó 6, millones del Ideal son por tanto una bagatela. ¿Invalida su polémico currículum la operación de compra del antiguo cine? No, en absoluto. Allá cada cual con sus negocios, siempre que sean lícitos.
A principios del actual mandato municipal, 2019, el alcalde Luis Barcala rehuía hablar del Ideal para no dar alas a maniobras especulativas con respecto al inmueble. Olía sombras a la par que la izquierda y la plataforma Salvem el Ideal reclamaban un uso cultural y público para el edificio, construido en 1925 y uno de los escasos emblemas del modernismo geometrizado que queda en Alicante. Reclamaban y reclamaban la compra por parte de la Generalitat. En noviembre de 2019 salió a relucir el valor catastral, 2,2 millones de euros, y la tasación que elevaba esa cifra en tan solo 43.000 euros. Obviamente, si el cine Ideal no fuera un Bien de Relevancia Local, y no estuviera incluido en el Catálogo de Protecciones (a falta de su aprobación definitiva por parte del Gobierno autonómico), valdría una burrada de millones. ¿Ha hecho bien la Conselleria de Hacienda, Arcadi España, también la de Cultura, Raquel Tamarit, en rechazar el derecho de retracto por un diferencial en el coste que nadie sabría cuantificar en estos momentos dado el baile de cifras? No lo sé. Los periodistas no lo sabemos todo. Nos limitamos, me limito, a detectar sombras y oscuras penumbras. Revierto la pregunta: ¿Por qué la Generalitat ha salido al rescate del Estado con la compra de los edificios de Correos en Alicante (5 millones), València (24) y Castellón (2) cuando estamos todos los días con la matraca de la infra-financiación? Tampoco lo sé porque nadie, absolutamente nadie, ha dado un explicación convincente. Sombras; o un Gran Oficio de Tinieblas.
La reconversión del Cine Ideal en un hotel-boutique, 60 habitaciones, va a estar cruda, tirando a muy cruda. Los técnicos de la Conselleria de Cultura ya pusieron en su día, hace año y medio, unas condiciones de restauración casi draconianas, dictando la rehabilitación de elementos ornamentales absolutamente degradados, o prácticamente inexistentes. Aún así, Baraka sigue en el empeño: están dispuestos a invertir 13 millones en la rehabilitación. Hay que esperar por otra parte a la aprobación definitiva del Catálogo de Protecciones: Casanova irá a los tribunales si se añaden nuevos requisitos de protección, algo que, intuyo, aplaudiría el concejal de Urbanismo, Adrián Santos Pérez, más papista que el papa (don Santos ya no lo verá, salvo que Ángel Franco, y algún otro, lo recoloquen en la lista del PSOE para los próximos comicios locales). Más sombras, incluida la Gran Sombra: los tiempos infinitos de la burocracia.
Yo ya expresé en su día que mejor un hotel antes que El Ideal se caiga a pedazos, que es lo que ocurrirá al final salvo que todas la partes implicadas recapaciten y se pongan en punto cero (ya imposible). Hotel como mal menor. Se ha perdido una oportunidad de oro para la reconversión del edificio en un espacio singular para la Cultura, mayúscula, en medio de una secuencia de tremendas tinieblas.
CODA: No se habla de otra cosa en Elche, y en Cs, que del fichaje de Rubén Maestre como nuevo coordinador de Vox. Maestre militó años en la formación naranja y asumió el trabajo de redes sociales. Ojipláticos se han quedado más de uno; y más de dos.