ALICANTE. Nuevo ejemplo de modernización de la planta hotelera de Alicante. Esta vez, de la mano del Hotel Maya. La familia Martínez, propietaria del establecimiento situado a los pies del monte Benacantil, pretende impulsar una profunda reforma del edificio con el propósito de mejorar sus prestaciones y potenciar las instalaciones destinadas a la celebración de eventos. De hecho, se trata de una intervención planificada para mejorar sus prestaciones con la intención de facilitar que el hotel pueda subir de categoría y convertirse en un 4 estrellas.
Fuentes consultadas por Alicante Plaza precisaron que los trabajos de reconfiguración del edificio se centrarán en la renovación de la cocina y el reacondicionamiento de parte de las habitaciones (al margen de la labor que se acomete de forma sistemática desde 2016, con la actualización de las estancias por plantas de manera anual). Igualmente, también se prevé acometer la remodelación de sus espacios comunes.
No obstante, el elemento central de la reforma será su azotea, en su planta once. Los propietarios del Maya pretenden modernizarla, reestructurarla y ampliar su aforo con el objetivo de que pueda albergar encuentros de hasta 200 personas. Es decir, el doble de su capacidad actual.
Los gestores del establecimiento consideran que su última planta es uno de sus principales activos, gracias, entre otras circunstancias, a las perspectivas que ofrece, ya que desde ella (aunque también desde buena parte de sus 194 habitaciones) se puede disfrutar de vistas al mar y al Castillo de Santa Bárbara. De hecho, ese doble valor añadido ha contribuido a que se haya multiplicado el interés de los huéspedes por utilizar ese espacio desde que se declaró la crisis sanitaria del coronavirus.
Ahora, la nueva propuesta trata de poner en valor las posibilidades de esa azotea para promocionarla como top roof en el que poder disfrutar de cenas, organizar reuniones profesionales o oficiar celebraciones. Según las mismas fuentes, el conjunto de la remodelación supondrá una inversión próxima a los 6 millones de euros.
Las obras se iniciarán en las próximas semanas, después de que el hotel haya acordado suspender su actividad durante los meses de invierno, al no alcanzar el nivel de reservas óptimo para garantizar su rentabilidad. En principio, la remodelación debe concluir a lo largo de la próxima primavera, para que el establecimiento pueda reabrir con la llegada de la temporada alta.
Se da la circunstancia, además, de que la familia Martínez también acometió a principios de 2019 la reforma del antiguo hotel Mio Cid, en la avenida Costa Blanca, para promover su reapertura como Hotel Calas de Alicante, tras cerrar su adquisición, a finales de 2018. Solo en la remodelación del establecimiento, se invirtió una suma próxima al millón de euros.