ALICANTE. A buen seguro que lo último que Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez podían imaginar cuando el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) les ganó la subasta del estadio José Rico Pérez es que año y medio después, a modo de premio de consolación, el Hércules iba a continuar como inquilino sin desembolsar un euro.
En febrero de 2017, el banco del Consell se hizo con la propiedad del coliseo blanquiazul (que este viernes cumplía 44 años) en el marco de la subasta de bienes y derechos de Aligestión Integral, sociedad propietaria del mismo desde 2007. La mercantil ligada a Enrique Ortiz se revolvió contra el resultado de la subasta, pero el Juez de lo Mercantil terminó confirmando al IVF como adjudicatario a cambio de 3.750.000 euros. Eso sí, el banco del Consell tardaría nada menos que un año en figurar como propietario en el Registro Mercantil y es que, tal y como se puede comprobar en el detalle de la nota simple que adjuntamos, la modificación se produjo el pasado 8 de febrero, siete meses después de que el Juzgado de lo Mercantil Nº 2 de Alicante hubiese certificado el cambio de titularidad.
Si el IVF ya tuvo que esperar lo suyo epara figurar como nuevo propietario del Rico Pérez, todavía aguarda la resolución judicial del contrato de arrendamiento que grava el mismo, pese a que fue subastado libre de cargas: Aligestión suscribió en 2007 un contrato de arrendamiento con el Hércules por 25 años a cambio del pago anual de una suma equivalente al 7% de sus ingresos brutos por ejercicio. El pliego de la subasta de los bienes y derechos de la citada mercantil dejaba claro que, en el caso del estadio, este salía a la venta libre de cargas, es decir, que el citado contrato se cancelaba de manera automática. Pues bien, celebrada la subasta y confirmado por Salvador Calero, magistrado titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Alicante, que el IVF era el propietario, este y el liquidador de Aligestión, Miguel Hernández, se encontraron con que el Juez no anulaba el citado contrato de arrendamiento al declararse incompetente en un auto dictado el pasado 28 de septiembre, resolución que fue recurrida ante la Audiencia Provincial de Alicante que todavía no se ha pronunciado.
Mientras lo anterior se produce, el Hércules continúa como inquilino del estadio, provisionando las cantidades que anualmente habría de abonar con base a las condiciones del arrendamiento de 2007, pero sin liquidarlas ni a Aligestión ni al banco del Consell que, a su vez, no tienen la menor intención de reclamarlas porque, entre otras razones, consideran que no hay contrato en vigor...
Para encontrar el último pago del club blanquiazul por el alquiler del Rico Pérez hay que remontarse a 2016: ese ejercicio, el Hércules abonó 66.000 euros a Aligestión, mientras que un año antes fueron 55.000 euros el precio pagado. Además, también en 2016, la entidad transfirió a Aligestión 229.000 euros que se correspondían con un derecho de crédito (deuda por el alquiler), cuyo pago fue instado judicialmente por la mercantil y que aparecía el listado de bienes y derechos a subastar.