El Hércules no falta a la cita con el mercado de invierno desde que cayó al pozo de la Segunda B

ALICANTE (EFE). El Hércules, cuyos técnicos se están planteando la necesidad de reforzar al equipo tras el parón navideño, siempre acudió al mercado de invierno como factor corrector del equipo desde el regreso de la entidad a Segunda B hace un lustro.

El conjunto que entrena Lluís Planagumà es tercero en la clasificación, si bien tras un arranque espectacular su rendimiento ha perdido brillo en los dos últimos meses, sobre todo por culpa de los problemas en el juego de ataque y la falta de gol.

A diferencia de las tres primeras temporadas, en esta ocasión los posibles refuerzos no llegarán acompañados de un cambio en el banquillo, ya que Planagumà cuenta con la máxima confianza del club y los resultados avalan su trabajo.

En la temporada 2014/15, la primera del club en esta tercera etapa en Segunda, el club contrató al centrocampista Carlos Indiano y el delantero Juan Quero, quienes apenas tuvieron incidencia en el equipo.

Un año después, llegaron al Hércules Javi Flores, Albert Vivancos, Álvaro García y David Mainz. Solo Flores y Mainz tuvieron peso específico real en el equipo, al que ayudaron a llegar hasta las eliminatorias de ascenso.

En el curso 2016/17, el Hércules se reforzó con el centrocampista Lolo Ortiz y el delantero Juan Delgado. En ambos casos su rendimiento fue decepcionante y pasaron por la entidad con más pena que gloria.

La pasada temporada, el club alicantino, en la peor situación deportiva desde que descendió a Segunda B, alicantinizó su plantilla con los fichajes de Paco Candela, José Fran y David Torres. Un año después, solo dos siguen en el club y ninguno es titular en el equipo.

El club herculano solo ha dejado de acudir en dos ocasiones al mercado de invierno en la última década, las temporadas 2010/11, cuando estaba en Primera, y en la 2008/09, en Segunda.

La mayor revolución llegó en el curso 2012/13, cuando se incorporaron siete futbolistas para revertir una situación crítica, ya que el equipo parecía condenado al descenso a Segunda B.