ALICANTE (EFE). El Hércules, que este domingo ha encajado en Lleida (1-0) la cuarta derrota consecutiva del curso, no encajaba una racha tan negativa de resultados desde hace 18 meses, durante el primer tramo de la pasada temporada.
En aquella ocasión, el equipo alicantino llegó a enlazar cinco derrotas consecutivas en Liga, su peor registro de siempre en Segunda B, lo que precipitó la destitución del entrenador, Lluis Planagumà, tras el tercer encuentro perdido.
Curiosamente, aquella racha, que se prolongó de la segunda a la sexta, jornada entre septiembre y octubre, se inició ante dos equipos ante lo que también se ha estrellado el Hércules este curso. La mala dinámica arrancó ante el Villarreal (1-2) y Atlético Levante (0-1) y siguió frente a Sabadell (0-1), Orihuela (1-3) y Llagostera (2-1).
En esta ocasión, el Hércules, que dependía de sí mismo para entrar en la fase de ascenso antes de su desplome, ha perdido ante el filial del Villarreal B (2-1), Atlético Levante (0-1), La Nucía (2-1) y Lleida (1-0).
La pasada temporada, una de las peores de la historia del club en cuanto a resultados, el equipo llegó a permanecer siete partidos consecutivos sin ganar, aunque al menos logró sumar algún punto durante esa mala racha.
El Hércules, que partía esta temporada con el reto de lograr el ascenso a Segunda y, por lo menos, asegurar su presencia en la nueva Primera División RFEF, se ha hundido en los últimos tres meses de competición, en los que solo ha sido capaz de sumar un triunfo en los últimos diez partidos.
El conjunto alicantino, que ya ha contado con tres entrenadores en su banquillo esta temporada, queda muy tocado en sus aspiraciones de optar a las dos primeras plazas, por lo que está cerca de caer a la Segunda Pro, la cuarta categoría del fútbol español.