Los veladores instalados en la calle Castaños, una de las calles con mayor concentración de locales de ocio y restauración. ALICANTE. Los tres partidos que comparten responsabilidades de Gobierno en el Ayuntamiento de Alicante (PSOE, Guanyar y Compromís) se adentran en un doble proceso paralelo para regular y potenciar el negocio de la hostelería en Alicante. Y, junto a ella, al llamado tardeo: uno de los fenómenos recientes que ha contribuido a dinamizar al sector y que, al tiempo, ha generado un movimiento de contestación vecinal frente a las molestias que se le atribuyen.
En ese doble proceso, el tripartito se enfrenta al reto de que esos planes no entren en colisión, ni por lo que respecta a los objetivos que se pretenden, ni por lo que respecta al desarrollo de la actividad económica en sí misma.
La primera intervención encaminada a evaluar si el ocio y la restauración genera o no contaminación acústica corre a cargo de la Concejalía de Medio Ambiente. Se trata de la puesta en marcha de una red de sensores de ruido con quince equipos de captación distribuidos en las calles del Centro Tradicional y Casco Antiguo. Fuentes municipales precisaron que la empresa que suministró esos equipos debe calibrar y ajustar su funcionamiento desde este martes con el propósito de que puedan comenzar a registrar los primeros datos de carácter oficial, al margen de las mediciones encargadas hasta el momento por colectivos de residentes. Los datos registrados por esos nuevos sensores podrán consultarse a través de la página web municipal en tiempo real a lo largo de los próximos días.
Los resultados de esas mediciones se expondrán ante la mesa del ruido en un plazo de seis meses para analizar si resulta necesario adoptar medidas adicionales de control, según viene detallando el edil del área, Víctor Domínguez (Guanyar), desde que se hizo público el acuerdo de los colectivos vecinales que conforman la Junta de Distrito número 1 sobre la solicitud de su instalación. En ningún caso, según Domínguez, se trata de poner en marcha una campaña con voluntad sancionadora.
La segunda intervención llega mediante la ampliación de las competencias de la Concejalía de Comercio para dar cobertura expresa a la Hostelería.
Plano sobre las ubicaciones seleccionadas para la instalación de los medidores de sonido. Se colocarán dos dispositivos en la calle Castaños y uno en el Portal de Elche, en el Mercado Central, en la Plaza de San Cristóbal y en la Plaza Quijano. Además, se ubicará, un medidor en cada una de las siguientes calles: López Torregrosa, Labradores, Virgen de Belén, Montegón, Tarifa, San Rafael, San Francisco, Gerona y en la calle Pascual Pérez.La nueva edil responsable de las dos áreas, Gloria Vara (PSOE), mantuvo este lunes los primeros contactos con los técnicos y algunos de los trabajadores del departamento de Comercio para evaluar su situación con el propósito de perfilar una reestructuración del organigrama que también contemple a Hostelería. "Teníamos que reconocer y asistir a un sector económico muy dinámico, que ahora está en tierra de nadie, y tenemos que dotar de contenido a esa parcela, que ahora mismo no cuenta con personal específico", explicó.
Según Vara, esa reorganización interna no será inmediata. "Primero tenemos que evaluar los recursos de los que disponemos y cuáles son las necesidades del propio sector", apuntó. De hecho, la edil ha concertado dos primeras reuniones con todos los trabajadores adscritos a su área y con la directiva de la Asociación de Empresarios de Hostelería (APEHA) para avanzar en esa dirección. Sea como fuere, apuntó que su intención es mantener una línea continuista respecto al trabajo que se ha desempeñado hasta ahora: "Se ha trabajado bien y sé que el sector está satisfecho, pero vamos a escucharles", insistió.
Como publicó este diario, el nombramiento de Vara coincide con el anuncio de una modificación sustancial de la ordenanza de Ocupación de la Vía Pública confirmado por el edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón (Guanyar), en el pleno del pasado jueves. El regidor avanzó que en esa revisión de la norma se podrían considerar parte de las alegaciones presentadas por los vecinos para racionalizar la distribución de veladores, por ejemplo.
