La nueva edil de Comercio y Hostelería, Gloria Vara, junto al alcalde, Gabriel Echávarri.ALICANTE. La remodelación de competencias anunciada por el alcalde, Gabriel Echávarri, ya es oficial. El primer edil firmó este viernes el decreto por el que transfiere a la también concejal socialista, Gloria Vara, la delegación de Comercio que él asumía personalmente desde junio de 2015. La cesión consuma por anticipado el gesto de purga y redención que el entorno de Echávarri había anunciado tras la polémica sobre los 25 contratos directos (por un importe global de 189.000 euros), que la Junta de Gobierno tuvo que anular tras las dudas puestas de manifiesto por el interventor sobre la existencia de un presunto fraccionamiento de contratos. El mismo supuesto que la Fiscalía investiga ahora a instancias de una denuncia presentada por el PP.
Ese teórico gesto de asunción de responsabilidades -reclamado por Guanyar y Compromís, según sus propios portavoces- se había pospuesto, en principio, al momento en el que se conociese el dictamen del Consell Jurídic Consultiu (CJC) sobre esos encargos directos. Pero se ha adelantado y amplificado. Vara no sólo asumirá el área de Comercio. Además de mantener sus actuales responsabilidades en Infraestructuras, Inmigración y Plaza de Toros, también se hará cargo de una nueva área: Hostelería.
El primer edil viene justificando la creación de un área específica sobre el sector al subrayar su importancia sobre la economía local y la reivindicación de sus profesionales (confirmada por la propia patronal que los representa, APEHA), que habrían expresado su lamento ante la percepción de desamparo. Como ha insistido el primer edil en los últimos días, "hasta ahora no tenían a nadie a quién dirigirse, porque están entre Comercio y Turismo".
Con todo, lo cierto es que, además, la apuesta por la creación de esa nueva área específica coincide con otro anuncio, esta vez manifestado por el vicealcalde, Miguel Ángel Pavón (Guanyar): el de una inminente revisión en profundidad de la ordenanza de Ocupación de la Vía Pública que, probablemente, afectará a las condiciones de instalación de los veladores.
El propio Pavón dio cuenta de ese compromiso en el pleno de este jueves, aunque ya lo había dado a conocer a los vecinos del Casco Antiguo y Centro Tradicional, al informarles sobre el rechazo de las alegaciones que habían presentado a la actualización de la ordenanza que se aprobaba ahora. El edil de Urbanismo y Ocupación de Vía Pública les anticipó que, en esa reelaboración de la norma, podría tener en cuenta algunas de sus sugerencias para reorganizar la colocación de los veladores y evitar la saturación del espacio público. De hecho, su concejalía ya impulsó en el verano de 2015 una primera fase de los llamados planes de ordenación de veladores con el pretendido objetivo de racionalizar la instalación de terrazas.
La designación de Vara coincide, también, con otro movimiento que puede tener alguna consecuencia sobre la actividad de los veladores (al menos, los instalados por los locales de ocio). Se trata de la inminente puesta en marcha de 15 sensores de sonido en el epicentro del llamado tardeo -entre el Casco Antiguo y el Centro Tradicional- para evaluar si, como sostienen los residentes, sobrepasan los límites permitidos en la Ley de Contaminación Acústica.
¿Es el nombramiento de Vara un contrapeso a esas dos iniciativas? El tiempo lo dirá.
