ALICANTE. Bizmate Capital, el que se convirtió en el primer (y, hasta la fecha, único) fondo de business angels 100% alicantino, ha echado el cierre. El Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) publica este jueves la extinción de la sociedad, creada en 2011 por media docena de empresarios alicantinos e ilicitanos para impulsar startups en la provincia. El ex consejero delegado y liquidador, Miguel Rosique, ha explicado a Alicante Plaza que el fondo, en realidad, llevaba años inactivo, después de intentar varias operaciones en 2011 que finalmente no cuajaron.
El business angels de la provincia nació en 2011, impulsado por seis empresarios de distintos sectores: el propio Rosique, socio de la consultora Pragma Business y vicepresidente de la escuela de negocios Fundesem; Enrique Llorens, socio de Rosique en Pragma; José Crespo, hermano de Modesto Crepo y socio del concesionario de Ford en Elche; Rosana Perán, de Pikolinos y por aquel entonces impulsora de Avecal; y Pascual Ros Vidal, que tomó el testigo de su padre en Mustang, junto a sus tres hermanos. La familia Ros fue la que convenció al resto de formar este fondo, con la idea de que poco a poco se fueran uniendo nuevos inversores.
Bizmate Capital llevó a cabo su primera acción de envergadura en mayo de 2011: un encuentro entre emprendedores e inversores al que acudieron medio centenar de family offices en busca de oportunidades, y en el que se presentaron 80 proyectos empresariales que buscaban financiación. Tras una selección en este primer foro se eligieron cinco proyectos con los que se estudió el cierre de operaciones. Los dos que más cerca estuvieron de lograrlo fueron Skymaging, un servicio de observación de la tierra mediante drones (antes de que el sector se pusiera de moda); y DTP, dedicada al diseño y fabricación de artículos infantiles y de puericultura.
En el primer caso, el fondo consideró que al tratarse de una empresa de fuera de la provincia, los business angels alicantinos debían primar proyectos locales, y la negociación se enfrió. En el segundo, fue el emprendedor, originario de Onil, quien "se echó atrás en el último segundo, cuando íbamos a firmar", recuerda Rosique.
La falta de interés de otros inversores al margen de los impulsores del fondo, y el hecho de que Bizmate Capital naciese en lo más profundo de la crisis, cuando sus fundadores necesitaban centrarse en sus empresas, provocó que el business angels alicantino quedase prácticamente inactivo. Según explica Rosique, en los últimos cuatro años no se había realizado ninguna operación, y hace unos meses propuso al resto de socios liquidar una sociedad que había perdido su sentido original.
Al contrario que en Valencia, donde el ecosistema de aceleradoras y de business angels se ha desarrollado de forma notable en los últimos años (Big Ban Angels o Angels Capital, de Juan Roig, son el mejor ejemplo, junto a las aceleradoras como Demium Startups, Plug and Play o la propia Lanzadera), en Alicante no ha llegado con la misma intensidad. De hecho, Bizmate Capital, que acaba de echar el cierre, era (que se sepa) el único ejemplo. Quizá, razona Rosique, por la ingente oferta en la capital de la Comunitat.