El Elche ya no tiene un patrimonio neto negativo pero sigue en causa legal de disolución

ALICANTE. Los accionistas del Elche le daban este lunes el visto bueno a las cuentas del ejercicio 2018/19.

El club franjiverde cerró el mismo con un patrimonio neto negativo de 1.472.218,76 euros y en causa legal de disolución, de acuerdo con lo contemplado en el artículo 363 de la Ley de Sociedades de Capital. 

Ahora bien, entre la ampliación de capital por aportaciones dinerarias de 1.003.363,20 euros llevada a cabo durante el mes de julio (la suma fue depositada por entero por Tenama Inversiones, permitiendo cumplir con la exigencia impuesta al club por el Consejo Superior de Deportes de incrementar en al menos 6.995.584 euros su capital) y la aprobada este lunes, por compensación de créditos y por un importe de 1.142.060,80 euros, el Elche pasa a tener un patrimonio neto positivo de 673.429 euros. 

Eso sí, sigue estando en causa legal de disolución pues es un patrimonio neto inferior al 50% del capital social del Elche que ahora asciende a 25.193.206.40 euros.

Operación acordeón

Para revertir lo anterior, será necesario seguir haciendo ajustes (de acuerdo con lo establecido en el artículo 3 del Real Decreto sobre Sociedades Anónimas Deportivas) y, más concretamente, acometer una reducción del mismo: ahora mismo, a corto plazo y como consecuencia de los compromisos adquiridos con la Liga de Fútbol Profesional durante el pasado verano para poder incrementar el límite de coste de plantilla inscribible, tal y como adelantó Alicante Plaza, de los 3.488.000 euros del auxilio financiero protagonizado por Tenama se han de destinar al menos 1.850.000 euros a una ampliación de capital por aportaciones dinerarias a acometer antes del 15 de febrero de 2020. Huelga decir que el aumento de capital deberá ser mayor si el club franjiverde desea fichar en el mercado de invierno (volver a ampliar el límite salarial, salvo que venda a un jugador, por ejemplo), pero lo que está claro es que además de ese enésimo incremento habrá de acometerse una reducción. Es lo que se conoce como "operación acordeón".