ALICANTE. Si en el Elche hay nervios con la situación clasificatoria, pese a tratarse de un recién ascendido, tener dos partidos pendientes y estar fuera de la zona de descenso, en el Osasuna tanto de lo mismo o más.
El árbitro encargado de dirigir el choque disputado la tarde el martes en el estadio Martínez Valero entre franjiverdes y rojillos, el bilbaíno Ricardo De Burgos Bengoetxea, reflejó en el acta que a la finalización del mismo los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía tuvieron que intervenir en el túnel de vestuarios para serenar los ánimos ante la actitud beligerante del director deportivo de Osasuna, Braulio Vázquez, y del secretario técnico rojillo, José Antonio Prieto 'Cata'.
Según el relato de los hechos que hace el trencilla bilbaíno, los funcionarios policiales tuvieron que protegerles de ambos miembros del 'staff' técnico del Osasuna que se dirigieron a ellos "gritando y con actitud agresiva" con afirmaciones como "esto es una puta vergüenza; nos vamos a segunda", además de golpear las paredes y protagonizar un enfrentamiento con personal del club local después de romper un dispensador de gel de un puñetazo. Tanto Braulio como 'Cata', que recientemente fueron renovados en sus cargos por una campaña más (hasta junio de 2022), fueron identificados por los agentes.
Expulsión
No solo el director deportivo y el secretario técnico de Osasuna mostraron su disconformidad con el arbitraje una vez finalizó el choque, también lo hizo su técnico Joseba Arrasate sobre el césped que, entre otras decisiones, le recriminó a De Burgos Bengoetxea y sus asistentes que no hubieran señalado penalti en sendas acciones protagonizadas por los franjiverdes Dani Calvo y Gonzalo Verdú y los rojillos Callieri e Íñigo Pérez que, para más inri, fue expulsado al ver la segunda amarilla por entender el árbitro que había simulado falta del capitán franjiverde.