ALICANTE. El Elche cerró el mes de enero con el quinto límite salarial más bajo de la Segunda División A.
Pese a incrementar en 540.000 euros su coste máximo autorizado de plantilla deportiva inscribible con respecto a septiembre, la entidad del Martínez Valero no ganó ninguna plaza en la clasificación por este concepto. Así lo reflejan las cifras facilitadas por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) este jueves.
El Elche cerró el mercado de verano con un límite salarial de 5.084.000 euros, mientras que el de invierno lo hizo con uno de 5.624.000. No obstante esa variación positiva, sigue solo por encima de cuatro equipos: Ponferradina con 4.234.000 euros, tras incrementarlo en 40.000; Fuenlabrada con 4.447.000 euros, después de un aumento de 390.000; Mirandés con 5.084.000 euros, tras un incremento de 820.000; y Numancia con 5.286.000, después de no experimentar variación. El conjunto soriano se ha visto superado por el Elche al que, a su vez, ha adelantado el Racing de Santander que a 31 de enero contaba con 5.827.000 euros de límite salarial tras un incremento de 750.000.
Las ventas de Yacine Qasmi y Gonzalo Villar, unidas a la constitución en la LFP por parte de Christian Bragarnik de un depósito de 1.100.000 euros han permitido al Elche alcanzar el citado límite salarial del que apenas le han quedado disponibles 7.000 euros tras las bajas de los anteriores y la de Danilo Ortiz y las altas de Josema, Víctor Rodríguez, Dani Escriche y Jonathas.
Sexto clasificado
Pese a contar con el quinto límite salarial más bajo, el conjunto que entrena José Rojo 'Pacheta' (que este jueves le restaba importancia al dato) es nada menos que el sexto clasificado, algo que llama poderosamente la atención como también que el Cádiz, el flamante líder, sea con 9.735.000 euros (y una variación positiva de 680.000 euros) el décimo por límite salarial o que Fuenlabrada, Numancia, Ponferradina y Mirandés, los cuatro equipos con plantillas que representan menor masa salarial, ocupen la séptima, octava, novena y décima plaza en la tabla, respectivamente.
El Girona sigue siendo el club con mayor coste máximo autorizado de plantilla deportiva inscribible con nada menos que 29.278.000 euros (el mismo que tenía en septiembre). Le siguen el Rayo Vallecano que, tras incrementarlo en 2.000.000, tiene ahora un límite salarial de 21.061.000 euros; el Almería con 18.871.000 euros, tras un aumento de 740.000; el Huesca con 17.044.000, tras incrementarlo en 810.000 euros; y el Deportivo de La Coruña con 13.414.000 euros, tras ampliarlo en 2.060.000 euros (es el que más lo ha ampliado).
Cómo se calcula
El límite de coste de plantilla se calcula restando a los ingresos del club los costes de estructura y los compromisos de deuda a corto y largo plazo, para lo cual LFP analiza sus estados financieros actualizados y los compara con anteriores temporadas, una información que es "homogénea" entre todos los equipos.
Según explicaba este jueves Luis García Bravo, analista del equipo de Control Económico de LFP, el límite salarial incluye tanto la plantilla inscribible (jugadores del primer equipo inscritos, entrenador, segundo y preparador físico) como la no inscribible (resto de jugadores y cuerpo técnico no inscritos, equipo filial).
En ese salario figuran la retribución fija y variable -en la que LFP tiene en cuenta como mínimo el salario mínimo, que es de 80.000 euros anuales en Segunda-, las retribuciones por derechos de imagen, la amortización del coste del traspaso, los pagos a la Seguridad Social, las indemnizaciones por final de contrato, las primas, gastos de adquisición, licencias federativas y las opciones de compra obligatorias en jugadores cedidos.
En este último caso, el de un jugador cedido, cuando esa cesión tiene una opción de compra obligatoria o de fácil cumplimiento (para LFP, se considera así cuando la condición es la permanencia o que el jugador juegue uno o cinco partidos), se computa también el 25% del futuro coste de adquisición del jugador.
Respecto a cómo pueden los clubes incrementar el coste de su plantilla deportiva, la norma contempla un incremento por razones deportivas, que incluyen un posible incremento para contratar un posible cuerpo técnico en caso de destitución del anterior, que deben "compensar inmediatamente" y también una lesión de un jugador de larga duración.
Un club que haya agotado su límite salarial y tenga un futbolista lesionado de larga duración, puede aumentar su límite sobre la plantilla inscribible un 4%, prorrateado a lo largo de la temporada para contratar a un nuevo jugador, siempre y cuando la normativa se lo permita, cuyo coste no podrá superar el 80% del lesionado.
Otras opciones para aumentar el límite de costes es un aumento de ingresos (por entradas, abonos, un nuevo contrato comercial) o por aportaciones de capital de los accionistas, en cuyo caso ese importe solo se podría utilizar inmediatamente un 25%, ya que debe imputarse durante cuatro temporadas, y solo lo pueden gastar en fichajes en su totalidad los clubes con situación saneada, ya que los que tienen peores circunstancias solo pueden gastar una parte.