EIBAR (EFE). El Eibar, tras su derrota ante el Athletic de Bilbao (1-2), tendrá que remar a contracorriente desde los primeros compases ligueros, dado que sólo ha logrado un punto de los 9 disputados y entra en puestos de descenso tras calcar el mismo deficiente comienzo de la pasada campaña.
Las tres últimas temporadas el Eibar ha tenido comienzos pésimos, que luego le han obligado a hacer unos esfuerzos extras para poder conservar la categoría y que han propiciado que las últimas jornadas las haya tenido que disputar bajo una gran presión.
El pasado año el conjunto armero comenzó perdiendo en Mallorca por 2 a 1, empató en el Sadar ante Osasuna (0-0) y cayó en la tercera jornada contra el Atlético de Madrid por 3 a 2. Al igual que esta temporada marchaba en el puesto decimoctavo con tan sólo un punto.
Hace dos años, el arranque aún fue aún peor, con sendas derrotas en las dos primeras jornadas por 1-2 en Ipurua frente al Huesca y por 2-0 en Madrid ante el Getafe, sin embargo la victoria en la tercera jornada ante la Real Sociedad (20) resultó balsámica, ya que permitió a los armeros ocupar la decimoquinta plaza y evitar la zona de peligro.
Los dos años anteriores reaccionó a tiempo y siguió en Primera. Ahora a las primeras de cambio sigue abajo, aunque el Eibar ha competido y sus dos derrotas han llegado por la mínima, lo que implica que el equipo armero está vivo.
La nota positiva del encuentro del domingo llegó con la presencia en el once inicial del cuadro armero de tres de sus cuatro nuevos fichajes de este año, Recio, Kevin Rodrigues y Kadjior, que se estrenaron en la alineación inicial, mientras que el japonés Muto disputó sus primeros minutos aunque no brilló.
Anaitz Arbilla recuperado de su lesión, también volvió a los terrenos de juego meses después de su baja y ahora ante el Elche, próximo rival de los eibarreses este miércoles, sólo resta conocer la evolución de Sergi Enrich, que se lesionó en la víspera del partido y que junto con José Ángel Valdés "Cote" estuvo en la grada ante el Athletic.
