El doble filo de la Copa del Rey

9/01/2020 - 

 Todo detalle cuenta para ganar un partido, incluso lo que en el mundo del fútbol es conocido como el entrenamiento silencioso. Ese que no se ve pero que es tan importante o más como el que se pone en práctica sobre un terreno de juego. Alimentación, tratamientos, mente y, sobre todo, descanso. Conociendo a José Rojo 'Pacheta', estoy seguro de que el entrenador burgalés habrá sacado la calculadora, resignado porque no le queda otra, para sumar y restar las horas de sueño y evasión que sus jugadores tienen cuando la Copa del Rey toca a la puerta del vestuario del estadio Martínez Valero.

Habrá quien piense que en esta ocasión, por tratarse de partido en fin de semana, poco puede trastocar un partido del torneo del 'ko' a un equipo profesional. Yo tengo mis dudas. Más aún tratándose de un Elche que anda tan justo de efectivos y que, en esta tan publicitada como mal llamada Copa del Rey de los modestos, tendrá que meterse entre pecho y espalda un desplazamiento hasta Gijón para jugar el próximo martes. No sé si la Copa del Rey molesta al Elche, lo que sí sé es que poco le aporta, como a cualquier equipo de Segunda División, con este formato tan extremista.

No es lo mismo disputar que disfrutar un partido de Copa del Rey. El Elche CF van a tener que hacer malabares para combinar Copa y Liga en una semana, de nuevo, exigente. Compro aquello de "el partido más importante es el que se debe jugar" pero a nadie se le escapa que la Liga es la que da de comer al equipo franjiverde, mientras que la Copa puede ser un buen postre si los ilicitanos son capaces de zamparse aperitivo, primer y segundo plato. Decía Pacheta que no le importaba el tema del descanso entre los duelos ante Las Palmas y Gimnástica Segoviana. Que al ser dos competiciones distintas, el tener menos de setenta y dos horas de descanso entre partido y partido (viaje incluido) no era traumático. Esto pasa en un Barcelona-Real Madrid y arde Roma.

Resignados, y acostumbrados a esta Copa del Rey de los modestos en la que se deja fuera del sorteo a los gordos de Navidad, muy ocupados haciendo patria en Arabia Saudí, vuelve a tocar hacer de tripas corazón. Yeclano-Elche y Sporting-Elche, cuando el balón deje de rodar en La Constitución, siempre y cuando no haya prórroga, y vuelva a hacerlo en El Molinón; el equipo franjiverde habrá tenido setenta y dos horas entre un partido y otro (viaje incluido). Más que en la anterior ronda, si pero ¿las necesarias para jugarse los cuartos como se los juega un equipo de profesionales con tanta responsabilidad en sus botas? Sonará a queja, pero para mí es reivindicación porque, si de verdad se quiere una buena Copa del Rey y una buena Liga, como se quiere un buen clásico o una buena Supercopa, empecemos por cuidar el producto para darle valor, que el fútbol español es algo más que medallitas en el cuello.

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