ALICANTE. Hasta cuatro partidos de suspensión podrían caerle al delegado del Hércules, Quique Sala, tras ser expulsado en el tramo final del encuentro ante el Olot "por retrasar la puesta en juego del balón, tras indicarle en dos ocasiones que proporcionase un balón, haciendo caso omiso a mis indicaciones y a las de mi árbitro asistente nº1", según recogió en el acta el árbitro murciano Kevi Javier Moreno Muñoz.
El artículo 127 del Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol castiga al "delegado de campo, delegado-informador o delegado de equipo que incumpla sus obligaciones" con suspensión de hasta cuatro partidos, siempre que ese incumplimiento "no constituya falta de mayor gravedad".
De la redacción del acta arbitral se infiere que la sanción podría estar en el tramo más bajo (entre uno y dos partidos), pero nunca se sabe. De hecho el Hércules no esconde que sopesa formular alegaciones e incluso recurrir al Comité de Apelación si Sala fuera suspendido por más de un encuentro por la Jueza Única de Competición y es que al no tratarse de un lance del juego, parece más complicado lograr demostrar la existencia de error material manifiesto (la única forma que hay de rebatir con consistencia lo recogido en un acta arbitral ya que el trencilla, como ocurriría con un policía, tiene presunción de veracidad) y eso siempre que haya imágenes de lo ocurrido. Desde la zona de prensa y a diferencia de lo que se recoge en el acta, pareció más que el delegado del Hércules era amonestado después de dirigirse al asistente de la banda de tribuna de manera reiterada para pedirle un cambio.
Se da la circunstancia de que, como el árbitro murciano hizo también constar en el acta, una vez finalizó su redacción tuvo que ser Lluís Planaguma el encargado de recibirla junto a las licencias al no haber ningún jugador ya en la zona de vestuarios del José Rico Pérez (Sala no podía al haber sido expulsado).