EL CAMPELLO. El Consorci Mare recibe 150.000 euros para mejorar las instalaciones de gestión de residuos. El objeto del convenio, que acaba de firmar el presidente del ente, José Vicente Ferriz, y la consellera de Agricultura, Medi Ambient, Canvi Climàtic i Desenvolupament Rural, Mireia Mollà, es realizar las inversiones destinadas a la adquisición y puesta en funcionamiento de equipamiento, maquinaria e infraestructuras para mejorar la gestión consorciada de residuos.
Ferriz ha señalado que estas ayudas “van a hacer posible una sustancial mejora en los procesos de la gestión de los residuos de la Marina Alta, la Marina Baixa y El Campello y van servir para avanzar hacia una economía circular en la que los residuos se convierten en recursos”. Además, “esta subvención va a hacer posible el cumplimiento de los objetivos de recuperación y va a minimizar los residuos que van al vertedero”, ha concluido.
Con ello se pretende maximizar el aprovechamiento de los recursos y minimizar los impactos en la producción y gestión de los residuos. O lo que es lo mismo: considerar los residuos como recursos para disminuir el consumo de materias primas y avanzar hacia una sociedad del reciclaje, tal como consta en el documento.
Tal como se señala en el convenio, todos los consorcios deben cumplir los objetivos que marca el Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos (PEMAR), mediante el cual se insiste en aumentar los porcentajes de valorización y de recogida separada de residuos para minimizar el volumen de residuos destinados a vertedero. En concreto, se establece que durante 2020 se debe limitar el vertido total de los residuos municipales generados al 35%. El PEMAR propone además la implantación progresiva y gradual de la recogida separada de biorresiduos para su tratamiento biológico.
Por ello, las ayudas otorgadas por la Generalitat Valenciana deben servir como inversión para cumplir estos y otros objetivos de las leyes estatales y autonómicas, tales como la implantación de nuevos sistemas de recogida de residuos, el desarrollo de nuevas infraestructuras de tratamiento, la modernización de las existentes, sobre todo las destinadas a la preparación para la reutilización, el reciclado y la creación de una red de puntos limpios para asegurar la recogida separada de las distintas fracciones de residuos.