ALTEA. El Club Náutico de Altea ha anunciado que ampliará el ERTE que en un principio afectaba al 50% de la plantilla, para que incluya finalmente al 85%, tal y como detallaron fuentes de la entidad este diario. Se trata de una decisión a la que se han visto obligados después de que el confinamiento se endureciera el pasado fin de semana y se limitara a autorizar la actividad esencial del país.
Como se decía, el lunes 23 de marzo, el Club Náutico de Altea ponía en marcha un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afectaba al 50% de su plantilla de trabajadores con motivo de la declaración del Estado de Alarma y que permitía sólo dejar operativo el varadero y los servicios mínimos en administración y recepción.
Pero tal y como especifica el comunicado de la Dirección General de Puertos de la Generalitat emitido este 31 de marzo las zonas industriales de varadero de los puertos “deben permanecer cerradas sus instalaciones y sólo atender urgencias. Procede limitar el personal en las instalaciones a aquel que sea estrictamente necesario para la custodia de las infraestructuras y bienes.”
De este modo, indicaron que para garantizar los servicios mínimos, quedará una persona a media jornada en administración, el gerente y personal de la marinería por seguridad. Como consecuencia, su zona industrial de varadero queda totalmente paralizada, el restaurante cerrado, a lo que hay que sumar el inexistente tránsito de barcos en su puerto y la actividad deportiva bloqueada.
Unas circunstancias que dejan al sector tocado, sabiendo que el 20 de junio se enfrentaban a la caducidad de su concesión y sin saber cómo podrán operar en caso de que no llegue a tiempo el visto bueno de la Generalitat para los 10 años de prórroga que han solicitado.
Ante esto, el club critica la "la absoluta parálisis de la Generalitat que desde 2002 no ha renovado ninguna concesión pese a que más de la mitad de los clubes náuticos de la Comunitat tienen sus concesiones caducadas y explotan los puertos con autorizaciones mensuales". Un hecho que se añade a las dificultades que han pasado a principios de año con el temporal Gloria así como el "canon desorbitado" desde 2018, lo que ha provocado recortes y subidas de cuotas "ahogando cada vez más a estas entidades sin ánimo de lucro", señalan.
