ALICANTE. Nos acaba de describir Raúl Navarro, con todo lujo de detalles, el bloqueo a cualquier proyecto de futuro del Cine Ideal, una situación, como él dice, que se encuentra "en el limbo". Yo casi me tiraría más hacia el infierno puro y duro. La Conselleria de Cultura acaba de paralizar la licencia para la reconversión del Cine Ideal de Alicante (una joyita del "art decó" geometrizado, años veinte) en hotel después del acuerdo que habían alcanzado los propietarios con el grupo Baraka (dispuestos ahora a pelear en los juzgados). Se han dado cuenta ahora que en el interior del edificio se cometieron algunos desaguisados, casi ninguno estructural, que se remontan a 2003. El Ayuntamiento de Alicante (entonces mandaba aún Alperi con Sonia Castedo de edil de Urbanismo) ni tenía constancia de ello, porque nadie pidió los permisos para desmontar ciertos elementos ornamentales. Con la decisión de los burócratas de la Generalitat, la reconversión del emblemático edificio se queda en el limbo, sí: pasará muchísimo tiempo hasta que se resuelva el litigio. O, peor aún: el antiguo cine acabará en estado de ruina, listo para su demolición, como escribí hace un par de semanas en la Hoja del Lunes de Alicante.
En materia de restauración hay cien teorías que se resumen en dos: 1) Los talibanes ultra-proteccionistas, capaces de ver oro de 24 quilates en la taza de un vulgar retrete de hace cien años (ojo, también hay retretes "decó", pero no es el caso). 2) Los posibilistas y realistas, que no se pierden en los sub-ramales de los 24 quilates. Ahora impera la opción 1, que es la que va a conducir a la ruina total cualquier plan de viabilidad de conservar el Ideal, fundamentalmente la fachada. Y eso que, como detalla Raúl Navarro, en el proyecto hotelero se recrea la ambientación de un cine y se respeta el escenario.
Paralelo a este asunto, rebrota el debate de la compra del Ideal por parte del Ayuntamiento, auspicia por Unidas-Podemos y sus adláteres, una alternativa que ya descartó el alcalde Luis Barcala al final del anterior mandato, entre otras cosas para frenar un pelotazo de los propietarios (se barajó una cifra en torno a los 4-5 millones de euros, cuando la tasación oficial está fijada en dos millones). IU/Podemos, Xavi López, alegres talibancillos, quieren que el Ideal sea un espacio público para la cultura, completando un "mini-cluster" con el Teatro Principal y la antigua Casa de Socorro, ensoñación que ya albergaban Miguel Ángel Pavón y Dani Simón. También Compromís, Naxo Bellido, quiere eso, una compra pública. El resto de formaciones no sé exactamente muy bien lo que quieren.
Digo ensoñación por varios motivos. 1) El Ayuntamiento de Alicante no tiene riñón para esta adquisición, menos aún con la que está cayendo en estos momentos. 2) El Ayuntamiento de Alicante, desde los tiempos de Lassaletta/Luna, nunca ha tenido vocación, a diferencia de Málaga, de reconvertir Alicante en un reclamo cultural serio y contundente; aquí lo que prima es reventar el Castillo de Santa Bárbara con cruceristas y alegres paellas gigantes para el primero que las pida. 3)Si hasta faltan conserjes para abrir fines de semanas y lunes La Lonja, Cigarreras, las salas del Castillo, etc, ¿De donde va a salir el presupuesto de rehabilitación y el personal, incluidos los técnicos de gestión cultural, para mantener la citada "ensoñación"?
El Cine Ideal acabará en ruina, en el infierno. Lo mismo que va a pasar con el Mercado Central de Elche (de mucho menos valor patrimonial), y lo mismo que ha pasado con el hotel de Arenales del Sol (de alto valor simbólico y sociológico, fiel reflejo de toda una época). De ahí que proporcionar usos hoteleros al emblemático edificio es la opción más realista de todas las posibles, máxime cuando ya hay un pre-acuerdo, parece ser que serio, entre los propietarios y el empresario Trinitario Casanova.
Y mientras, casi nadie repara que el clúster cultural se puede conformar perfectamente destinando un trocito (solo un trocito) de la Tabacalera a usos de cultura contemporánea, reforzando Las Cigarreras, y diseñando un proyecto de tronío para el antiguo Hospital del Rey (ahora sede de la Guardia Civil) toda vez que ya se ha formalizado una permuta de suelo con el Estado para el traslado de la Benemérita. ¿Cuál es el problema? Que en Alicante no hay una clase política de suficiente tronío. ¿Cuál es el otro problema? Que la Generalitat penaliza Alicante en todo lo que concierne a inversión cultural, más ahora que manda el PP en el Ayuntamiento. ¿Por qué no entra la Generalitat en la compra del Ideal, como hizo con el Teatro Principal, y, ojo, en su mantenimiento y gestión en vez de ir tanteando por ahí opciones de compras para las exposiciones del Consorcio Valenciano de Museos? ¿No se merece Alicante algo parecido a lo que tiene Alcoy con su sede del IVAM? Algo parecido, digo.