DÉNIA. El Cercle Empresarial de la Marina Alta (Cedma) mantiene la presión sobre Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) en lo que se refiere al cumplimiento de los plazos para la apertura de la Línea 9 del Tram. Y así se volvió a poner de manifiesto en un encuentro celebrado este viernes por la directiva de la asociación empresarial y el gerente de la empresa pública, Juan Andrés Sánchez.
Existe cierta preocupación entre el lobby dianense y la Marina Alta en general, toda vez que esta semana ha trascendido que los plazos ya podrían registrar algún retraso y es que en el Cedma las cuentas no salen. De hecho, el jueves el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) publicaba la adjudicación de la redacción del último de los proyectos de modernización (Teulada-Dénia) con un plazo de ejecución de 10 meses. Eso sitúa el horizonte a finales de 2018 y la adjudicación de los trabajos -que concentran el tramo en la llamada Garganta de Gata y el entorno del Parque Natural del Montgó y no parecen sencillos- en el comienzo de 2019, con lo que no se llegaría a ese objetivo de que esté abierta durante este año por muy rápidas que se ejecuten las obras.
En el encuentro, según destacaron los empresarios, el gerente de FGV mantuvo que "las obras seguirán el curso planificado desde un inicio y estarán finalizadas a lo largo del 2019, año en el que se restablecerá el servicio por completo". Por el momento los trabajos se centran en el tramo entre Calp y Teulada, con la renovación de la vía y los puentes históricos del Quisi y el Ferrandet, que se comen casi un tercio de los 10 millones de euros en que está presupuestado, tal y como se anunció esta semana en el transcurso de una visita a las obras en Benissa de la consellera, María José Salvador, y directivos de la empresa pública.
Mientras, FGV sigue tomando nota de las distintas mejoras que realizará en el acceso del tren a la ciudad de Dénia. Se ha modificado todo el trazado de la vía y se ha adaptado a un tren que pasa por la ciudad -por ejemplo como el que hay en las líneas de tranvía de la ciudad de Alicante o en Valencia-. No hay un muro o una valla de separación y el tranvía está integrado en la trama urbana, una vieja reivindicación de la ciudad.
Desde el Cedma han expuesto diversas mejoras para este acceso y la creación de nuevas intersecciones en la avenida Juan Carlos I que es la que transcurre en paralelo a la vía del Tram. La más polémica, donde más accidentes se han producido, es el cruce entre esa avenida y la calle Diana (con el tren que pasa por medio), está siendo construida con los fondos del histórico Plan Confianza, que aprobara hace diez años el expresidente Francisco Camps.
Si hacia el sur las miras se dirigen hacia FGV, hacia el norte apuntan hacia el Ministerio de Fomento, con el fin de que la otra conexión ferroviaria de la Marina Alta sea una realidad, aunque en un plazo más largo que el Tram. Por este motivo, el Cedma se ha sumado a la convocatoria de manifestación impulsada desde el Ayuntamiento de Oliva para que Fomento amplíe la conexión con el sur de la provincia de Valencia hasta ese municipio.
Desde Oliva creen que el Plan de Inversión en Cercanías para la Comunitat que ha anunciado el Ministerio y que está coordinado con el Consell no debería quedarse en Gandia. Y es que en ese plan está incluida la duplicación de la vía de tren entre Cullera y Gandia, como un primer paso para que los trenes de Cercanías lleguen a la Marina Alta allá por 2022.
Esos tramos, previstos en el protocolo firmado en 2011 entre las dos administraciones preveía tres actuaciones: duplicar vía entre Cullera y Gandia; mejora de la vía entre Gandia y Oliva; nuevo trazado entre Oliva y Dénia (con un tramo subterráneo en Oliva); y el cuarto era la conexión con un tren de media distancia entre Dénia y Benidorm. Este sábado el Cedma, los alcaldes de la Marina Alta, la Safor y los empresarios de Faes (Federación de Asociaciones de Empresarios de la Safor) reclamarán de nuevo con una sola voz que estas dos comarcas dejen de estar aisladas del resto del territorio.