ALICANTE. No nos engañemos, tampoco es que el cambio garantice precisamente que vaya a haber una contestación, aunque sea negativa, pero la realidad es que el cambio de inquilino en La Moncloa afectará parcialmente a la relación que el Hércules mantiene con la Agencia Tributaria: no en lo que al aplazamiento de su deuda se refiere, pero sí en la posibilidad de mantener una reunión.
Lo que leen y no porque en Madrid y València gobierne el mismo partido, aunque alguno crea que eso puede influir. La realidad es que el director del departamento de Recaudación de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes, un Guillermo Barros del que el Hércules espera que le de cita desde hace ya dos meses, podría tener los días contados en el cargo (no en Hacienda y es que Barros es Funcionario del Cuerpo Superior de Inspectores desde 2000). Todo dependerá del nombramiento de un nuevo director general de la Agencia Tributaria en los próximos días y del efecto en cadena que eso tendrá en el resto de cargos de confianza.
Desde el Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) insisten en que los criterios que rigen para aplazamientos no solo están legalmente tasados (Ley General Tributaria), también se contemplan en la correspondiente Instrucción General de Recaudación y son invariables. Es decir, que igual que tras el relevo de Soledad García por Guillermo Barros las exigencias para lograr un nuevo acuerdo de aplazamiento han seguido siendo las mismas para el Hércules, un nuevo cambio de responsable de Recaudación de la Delegación de la que es "cliente" el Hércules tampoco hará que la propuesta presentada por el club hace un mes vaya a tener un tratamiento distinto.
Ahora bien, como es cierto que la entidad del Rico Pérez también solicitó una reunión con el citado director de Recaudación, a diferencia de este podría ocurrir que su sucesor sí encuentre hueco en la agenda para celebrarla. Sería, sin duda, un notable cambio de escenario.