ALICANTE. El equipo de Gobierno de Alicante, un bipartito en situación de minoría compuesto por PP y Cs, reacciona frente a las manifestaciones formuladas por el PSPV-PSOE a cuenta de la tasación del edificio del antiguo Cine Ideal y sobre su posible compra pública. La réplica llega a través del concejal responsable del área de Urbanismo, Adrián Santos Pérez (Cs), quien ha considerado "lamentable" que el portavoz socialista, Paco Sanguino, se dedique a cuestionar el trabajo de los técnicos y confunda deseos con realidades.
Santos Pérez ha manifestado que desconocía "la faceta de tasador de inmuebles" del líder del grupo municipal socialista. "Sus manifestaciones sobre las diferencias de valoración entre el Teatro Principal y el Cine Ideal me parecen cuando menos una irresponsabilidad al comparar dos inmuebles que responden a realidades distintas y que se encuentran en estados de conservación muy diferentes", ha apuntado, a través de un comunicado.
Para el responsable de Urbanismo, "poner en duda el trabajo de los técnicos porque no se ajusta a los deseos de Sanguino parece más propio de una rabieta infantil que de un responsable político, aunque ya nada me extraña viniendo del portavoz de los socialistas que hasta ha llegado a cuestionar la designación de los reyes magos de Alicante en busca de una notoriedad que es incapaz de conseguir trabajando por los intereses de los alicantinos".
Así, el responsable de Urbanismo ha reiterado el deseo del equipo de Gobierno de poder hacerse con la propiedad del cine Ideal "pero nosotros, a diferencia de Sanguino, que ya demostró lo que sabe de gestión dejando el Teatro Principal en quiebra, tenemos los pies en el suelo, somos conscientes de que gestionamos el dinero de todos los alicantinos y nos debemos al rigor de los técnicos para hacer una oferta por el inmueble".
Esa oferta de adquisición llegaría después de que, el pasado jueves, el pleno del Ayuntamiento aprobase una declaración institucional registrada por el PSPV-PSOE para que se intentase la compra del inmueble con la participación de cuantas administraciones fuesen necesarias, de modo que el edificio pasase a formar parte del patrimonio municipal. Tanto el alcalde, Luis Barcala, como el edil de Urbanismo replicaron que esa oferta debería formularse a partir de la tasación elaborada por los técnicos municipales: en torno a 2,5 millones de euros. Es decir, menos de la mitad de la cifra concertada por el grupo Baraka con la familia propietaria del edificio a través del acuerdo de opción de compra alcanzado el pasado julio.
Dicho informe de valoración municipal, según fuentes del equipo de Gobierno, se habría elaborado en enero de este año. Con todo, en el pasado mandato, durante la etapa de gobierno del tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís) ya existió un primer intento similar con el que se abordó la compra del inmueble precisamente en torno a esa suma (2,5 millones) que se saldó sin resultado.