BENIDORM (EFE). El Balonmano Benidorm cerró este sábado en Logroño una temporada en la que logró el objetivo de la permanencia en un tiempo récord y que, posteriormente, se le hizo demasiado larga al no poder entrar en la lucha por entrar en competición europea.
La temporada 2017/18, primera completa del técnico Zupo Equisoain en el banquillo, también pasará a la historia de la entidad al haber sumado el equipo más puntos como visitante (13) que como local (12), algo muy poco habitual en la competición.
Tras los apuros de la temporada anterior, en la que el Benidorm logró la permanencia de forma agónica en la última jornada tras protagonizar una gran remontada, el equipo alicantino tomó nota y decidió comenzar con fuerza la competición para evitar apuros.
Equisoain americanizó a su equipo con el fichaje de tres jugadores cubanos, entre ellos el laureado Jorge Pabán, que se unieron al bloque de las últimas temporadas entre los que se encontraban, además, el también caribeño Corzo, el argentino Simonet y el chileno Salinas.
Tras un inicio de Liga positivo en la que aprovechó un calendario asequible, el Benidorm pareció entrar en barrena a mitad de la primera vuelta, pero fue en los últimos encuentros antes del parón navideño cuando despertó para encadenar varias victorias, entre ellas algunas de gran prestigio en la pista de Ademar León y ante el Logroño.
El Benidorm regresó pletórico del parón por el Mundial al sumar tres victorias en cuatro jornadas, cayendo únicamente ante Liberbank Ciudad Encantada como local, lo que acabaría por convertirse en una constante durante la segunda vuelta.
Tras la victoria en Irún, el Benidorm dejó virtualmente sentenciada la permanencia y se ilusionó con la posibilidad de optar a una plaza europea, pero fue incapaz de acercarse a este objetivo ante sus problemas para ganar en su pista.
Todos los rivales directos por una plaza en Europa debían pasar por la pista del Benidorm, pero el equipo de Equisoain no supo aprovechar el factor campo y cedió puntos ante todos ellos.
De hecho, el Benidorm se despidió de la competición firmando su peor temporada como anfitrión tras sumar una sola victoria y un empate en su pista en toda la segunda vuelta.
El cuarto proyecto del Benidorm ha consolidado al internacional argentino Pablo Simonet, renovado por las dos próximas temporadas, como el gran referente del equipo, junto a la vieja guardia, en la que ya solo sobreviven en el club el capitán Carlos Grau y David Cuartero.