TORREVIEJA. Los tiempos y los pasos para el nuevo urbanismo de Torrevieja, la edificabilidad en vertical con torres de más de una veintena de alturas en primera línea de playa, lleva ritmos distintos en cada uno de sus proyectos. Hay dos proyectos más avanzados. La construcción de dos torres de 26 alturas junto al Parque Doña Sinforosa en la playa del Acequión, y los cuatro edificios en la Curva del Palangre con máximo de 29 plantas. Con el tercer emplazamiento, en la playa de los Náufragos, con nueve torres de hasta 23 plantas, se cerraría hasta el momento, con estas edificaciones de gran envergadura parte de la fachada costera torrevejense. Este proyecto cuenta con otros tiempos, más aun después de que el alcalde, Eduardo Dolón, autorizara hace un mes el archivo del expediente del estudio de detalle de Puerto La Sal (área de reparto 82).
Dolón, también edil de Urbanismo, aunque con las competencias de gestión urbanística delegadas en el director general del área y la junta de gobierno, explica que esta decisión la ha adoptado para reiniciar el trámite ambiental (evaluación ambiental estratégica). La razón, argumenta, es porque ese trámite, que se había realizado en abril de 2020 había contado con un error de forma. Se sometió a información pública por un plazo de 20 días cuando debería haber sido de un mes. “No se dieron cuenta y con posterioridad para evitar recursos, el técnico advirtió el error y por eso lo estamos haciendo bien” añade.
Este proyecto cuenta con una clara diferencia respecto al resto. Además de sus competencias como Ayuntamiento, le afecta de forma directa. Cuenta con derechos de edificabilidad de 26.000 m2 sobre ese suelo, más de 82.000 m2 edificables que corresponden a esta área de reparto 82. Esta situación se desembocó hace más de una década. La Modificación Puntual del PGOU de 2010 calificó una parcela junto al Centro de Alzhéimer como zona verde. Unos terrenos de propiedad privada y calificado como urbanizable en el PGOU de los ochenta. Con esta modificación, el Ayuntamiento compensaba al propietario trasladando los derechos de edificabilidad a los terrenos donde se proyectan estas nueve torres.
El retraso en iniciar el proyecto hizo que el propietario cambiara de opinión y solicitó la expropiación. Ésta llegó finalmente con una orden judicial y por lo que el consistorio pagó alrededor de unos 20 millones de euros. De esta forma ha sido cómo le han llegado al Ayuntamiento los derechos de edificabilidad en este proyecto.
Dolón explicaba hace unos meses, que los promotores, tienen la opción de comprar al Ayuntamiento esos derechos de edificabilidad. Si accedieran, podrían llevar a cabo el proyecto con las alturas contempladas. Si decidieran no hacer la compra, esos metros tendrían que reflejarse en el suelo en forma de espacios públicos y abiertos para la ciudadanía. También tendría que bajar el número de alturas. El primer edil indicaba ayer que no ha habido ningún avance en este sentido y que no ha mantenido ningún encuentro con los promotores. Se trata de la mercantil Puente La Sal Inversiones S. L. que Está vinculada a Noelle Galiana Salas y Costa Santamar S. L.
En cuanto al proyecto, la parcela se encuentra en un área urbanizable consolidada, mayoritariamente de un urbanismo tradicional de un máximo de tres alturas, en primera línea de playa. El proyecto abarca varias parcelas, contiguas. En una se proyectan dos torres de 20 plantas para uso residencial y otra de 17 para hotelero. Así lo recogía Documento Inicial Estratégico para la solicitud de Evaluación Ambiental. En la parcela contigua hay proyectada dos torres de 23 plantas para residencial y una de diez para uso hotelero. Del mismo modo en la tercera parcela, pero con una planta más para la torre destinada a hotel.
Respecto a las otras ubicaciones con previsión de construir torres, en la del parque Doña Sinforosa está terminando el período de exposición pública y en la de Curva del Palangre la promotora está en fase de elaboración de una ordenación para presentarla al Ayuntamiento y con la que iniciar los trámites.