ORIHUELA. Hay coincidencias caprichosas, pero en política, cuando suceden casi al mismo tiempo, pues dan pie a muchas interpretaciones. Este viernes, el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana (PP), ha anunciado el "cambio" en las delegaciones del gobierno municipal, integrado por populares y Ciudadanos (C's), para "afrontar la segunda mitad del proyecto político de la mejor manera entre todos". Y lo ha hecho coincidir con el anuncio de uno de sus concejales, Víctor Valverde, de optar a la presidencia local del PP de Orihuela, por lo que se enfrentará a otro, a Dámaso Aparicio, que ya lo hizo publico hace unas semanas. La guerra, por lo tanto, está servida, entre el candidato del partido, Aparicio, y el candidato de Bascuñana, el propio Valverde. Hasta el punto que el socio del PP, Ciudadanos, ha pedido que esos cambios que afecten a la gestión del día a día y ponga en peligro la estabilidad del equipo de gobierno.
Y ese particular duelo ha visto, como en la remodelación, ha sufrido cambios: curiosamente, el área de Deportes, que gestionaba Dámaso Aparicio (asume Mercados y Transparencia), ha ido a parar a Víctor Valverde. Además, el primer edil ha convertido a otro hombre de su confianza, Rafael Almagro, en concejal de Urbanismo -que la pierde Begoña Cuartero-, además de Recursos Humanos, Patrimonio y Patrimonio Histórico.
Sabina-Goretti Galindo asume Hacienda, además de las áreas que ya tenía, Bienestar Social, Participación Ciudadana, Igualdad, Inmigración y Cooperación Internacional, mientras que Begoña Cuartero, que pierde Urbanismo, sigue gestionado Educación y ahora, como nueva materia, Transporte Urbano.
Y todo ello, el mismo día que Víctor Valverde, el peón de Bascuñana, tras la retirada de éste el pasado viernes a la carrera interna del PP, cree que ha llegado su momento de optar al cargo de presidente tras 26 años de militancia". Valverde niega que sea el peón de nadie, cree que la contienda popular no afectará en nada a la gestión y que habrá normalidad.
Los cambios han generado, cuando menos, intranquilidad en Ciudadanos Orihuela, el socio que da mayoría absoluta al PP. Pese a ello, los naranjas aseguran que mantienen "nuestro compromiso con los oriolanos y esperamos que la gestión municipal no se vea afectada por el cambio de titulares de áreas entre los concejales populares, ni se trasladen al gobierno local las diferencias legítimas que puedan darse entre candidatos a la presidencia local del PP, lo que perjudicaría a la estabilidad de la gestión municipal".
Por eso confían en que "esos cambios no afectarán al proceso de aprobación del presupuesto de este 2017, ni tampoco al resto de la gestión municipal diaria, que sigue para los concejales de Ciudadanos sin incidencias dentro de sus competencias delegadas", según la formación de Albert Rivera.
Más crítico ha sido el grupo municipal socialista, quien considera que los cambios "solo obedecen a una estrategia interna del PP". "Bascuñana está usando las instituciones para sus intereses personales dentro de su partido", han opinado fuentes socialistas. "Hoy se confirma lo que ya sabíamos: ni Emilio Bascuñana confía en su gobierno, ni éste en él. Empezó quitándole las competencias a Paco Sáez, después a Begoña Cuartero y ahora a Dámaso Aparicio solo por interés personal", según el grupo socialista.