ELCHE. Tres semanas después de la 'vuelta al cole' política, el primer edil, Carlos González, trata de cerrar filas con la oposición y aunar varias decisiones estratégicas en clave local de cara al futuro próximo, que como este 2020, estará marcado por la pandemia, con un difícil contexto económico y social. En ese sentido, la autoridad ilicitana busca cuatro acuerdos de mínimos en torno a la Ley del Palmeral, el Trasvase Tajo-Segura, las infraestructuras y un reglamento orgánico de participación de los plenos. Sin embargo, también quiere atar en corto los presupuestos de 2021, cuya intención es aprobar en noviembre, y al menos la intención manifestada es la de consensuarlos lo más posible con la oposición. Algo que han visto con buenos ojos, aunque algunas formaciones ya han advertido que sus 'condiciones' serán no subir los impuestos o rebajarlos.
Así, ante un "momento político excepcional", González quiere romper el "tono agresivo" que a veces tiene lugar en las sesiones plenarias, sobre todo en las últimas, y favorecer un clima de entendimiento. El acuerdo marco de González para este curso vira en torno al apoyo de los grupos en las Cortes autonómicas a la Ley del Palmeral, que se tramitará durante los próximos meses, el cierre de filas en torno al trasvase Tajo-Segura, escenificando mediante una declaración institucional en el pleno el rechazo a la ley que está tramitando el gobierno manchego para reducir el caudal que llega al Camp d'Elx. El alcalde enviará también una misiva sobre esta cuestión a García-Page (PSOE), presidente de la comunidad.
También ha marcado las prioridades en el Plan de Infraestructuras, que integra más de una decena de actuaciones que quiere presentar en octubre al Consejo Social de la ciudad, aunque dentro del mismo quiere hacer hincapié en cuatro ejes, finalizar la Ronda sur, la llegada del AVE, la conexión del Parque Empresarial con la A-70 y todo el pack remodelación de la línea de Cercanías. Entre estas no se encuentra el Tram, algo que había propuesto también Cedelco, y del que el primer edil asevera que lo valora, pero no es una idea con la maduración que tienen las anteriores, a las que considera más prioritarias.
Precisamente sobre el Tram, este lunes se conocían varios de los planes de estímulo del Consell, entre los que se encuentra una nueva línea entre el hospital de Sant Joan con Alicante o los 500 millones de euros para la Vega Baja por la Dana, pero nada relativo a Elche, lo que ya empezó a generar el revuelo en redes sociales por no haber ninguna referencia a la ciudad, sobre la que se tiene la sensación de que no llegan las mismas inversiones de otras administraciones. En cualquier caso, tan solo son líneas maestras, habrá que esperar a los presupuestos.
De momento, la última parte que el alcalde quiere cerrar es acordar un reglamento para la participación orgánica de los plenos y sus comisiones previas, dado que actualmente la participación se rige por el ROF, una ley general, y por alguna normativa inconexa, y un ejemplo es la aprobación de la participación aunque existan las bajas por maternidad y paternidad. Ahora se quiere incardinar todo para tener un reglamento claro.
Y en lo referente al presupuesto, el munícipe quiere conservar las partidas de gasto y que durante noviembre se negocie con los grupos de la oposición todo el mes para presentarlo al final. Desde Ciudadanos Eva Crisol asevera que el ambiente está siendo bueno, como todo el periodo de pandemia, destacando el "buen talante", y que "si el gobierno está receptivo con las propuestas, participaremos, si quiere aplicar la mayoría, no pasaremos por el aro". Aunque de momento explica que próximamente presentarán a la edil de Hacienda sus propuestas. Llevarán al pleno una moción sobre los precios de los aparcamientos, hilado con la situación del centro pero también de la pandemia.
Por parte de la otra portavoz de la oposición, Aurora Rodil de Vox, apunta que arrimarán el hombro "a pesar de las antípodas ideológicas", y de hecho apunta que así lo harán saber con la Ley de Memoria Democrática. Por lo pronto, destaca que como hicieron en la pandemia, "aportaremos ideas y aceptaremos otras de los demás, siendo del gobierno o de la oposición". En ese sentido, esgrime que quieren recortar en gastos superfluos para destinarlos a la economía, cuestión social y sanitaria. “Ayudaremos si nos escuchan, si no se nos escucha no tenemos obligación para con nadie”, y apunta que entiende que se quiera rebajar el clima "por las escenas lúdicas entre el oficialismo —en referencia al bipartito— y el PP con esas actitudes de niños de 'yo lo hice antes'".
El resto de la oposición, PP y García-Ontiveros, son quienes han propuesto las rebajas fiscales. Por parte de los de Pablo Ruz, el portavoz transmitió tras la reunión que tiende la mano al alcalde, a quien presentó varias medidas. Entre ellas, "un plan económico de
choque con una bajada de impuestos, tasas y precios públicos. Es necesario seguir y potenciar el camino que le marcamos al equipo de gobierno en pleno confinamiento con el establecimiento de ayudas directas a todos los sectores afectados por la pandemia". También un plan para fomentar el consumo en barrios y pedanías y un plan de aparcamientos municipal, el cual ya presentó en las elecciones.
Por último, el edil no adscrito planteó que los presupuestos sean "lo más transversales posibles, dejando de lado los colores y las siglas" y opina que esa sintonía es más necesaria que nunca y transmite un anuncio a navegantes: “Quien no entienda estas circunstancias está ciego”. Sea como fuere, le planteó a González que no apoyará unas cuentas municipales que suban impuestos, algo que por ahora no entra en los planes municipales. Ya planteó a a Patricia Macià la rebaja del ICIO y el IAE. Del primero cree que se poría rebajar su porcentaje, y reconoce que del de Actividades Económicas "es más complicado, porque va por tramo, hay que estudiar alguno en el que se pueda hacer un esfuerzo para bajar esa presión fiscal.