ALICANTE. La compañía Eiffage Infraestructuras cierra los primeros seis meses de funcionamiento de la terminal específica para el tratamiento de graneles en nave cerrada del Puerto de Alicante con un balance de 400.000 toneladas de materiales exportados, según la información que se habría trasladado ya tanto a la Autoridad Portuaria como a la Generalitat. Todo, pese a las dificultades atravesadas (falta de materiales) que se tuvo que afrontar para su puesta en marcha efectiva -el pasado mes de agosto- y que sigue teniendo que solventar ahora con la introducción de ajustes sobre las necesidades específicas que requiere cada tipo de mercancía. A esas complicaciones se suma, además, la subsanación de otro contratiempo sobrevenido, detectado a mediados del mes de diciembre.
Se trata de un hundimiento del suelo registrado en el extremo final de la nave que se habría producido como consecuencia de un asentamiento en los materiales de relleno del muelle 17 sobre el que se ubican las instalaciones. Esa circunstancia habría propiciado que la nave esté funcionando al 80% de su capacidad, puesto que no puede emplearse todo el recorrido de raíles utilizado por la maquinaria automatizada con la que se desplaza la mercancía hasta la zona afectada como consecuencia de esa depresión del terreno, según precisaron portavoces de la compañía consultados por este diario.
Se prevé que ese contratiempo pueda quedar solventado entre los meses de junio y julio, una vez que se pueda evaluar si el hundimiento de superficie puede o no llegar a acentuarse, y si procede adaptar la nave nivelando la zona deprimida, tras un posible refuerzo del material de relleno del muelle, construido entre los años ochenta y noventa. Será a partir de entonces cuando la terminal pueda llegar a mover entre un millón y un millón y medio de toneladas de graneles al año: más del triple de lo que ha podido exportar hasta ahora durante su primer medio año de funcionamiento.
En esta línea, las mismas fuentes incidieron en que la terminal no está operando en pruebas y recalcaron que toda la actividad se está desarrollando a cubierto, salvo en dos momentos puntuales -registrados en enero y a principios de este mes de marzo- en el que la nave había llegado a su capacidad máxima operativa actual (el 80% citado) en los que se descargó dos buques en la explanada exterior "conforme está previsto en la autorización de emisiones concedida por la Generalitat para los casos puntuales en los que la nave cerrada esté al máximo de su capacidad", según recalcaron las mismas fuentes.
Además, frente a las quejas manifestadas por los residentes del entorno y la misma Plataforma por un Puerto Sostenible, representantes de la compañía señalaron que "en ningún caso las estaciones de medición han reflejado que se haya superado los límites de emisión de partículas establecidos". "Otra cosa es que, en esos dos momentos, se hubiese generado una nube puntual, en las más de 69 horas que puede prolongarse la descarga, y que se captase en vídeo y en fotos, aunque no se llegase a superar nunca esos valores límites" en las estaciones de medición atmosférica sobre la calidad del aire, insistieron.
En esta línea, admitieron que la Conselleria de Transición Ecológica ha incoado un primer expediente sancionador, con una propuesta de multa económica de 40.000 euros, tras la desestimación de las alegaciones presentadas por la compañía en el trámite de audiencia. Pero señalaron que la pretensión de Eiffage Infraestructuras es acudir al contencioso para que esa sanción quede sin efecto "porque en la generación de esa nube de polvo a la que se alude no se superaron los valores límites, como se refleja en los registros de medición". Al tiempo, las mismas fuentes añadieron que el objetivo de la compañía es "rentabilizar la inversión realizada, de más de 15 millones, por lo que es absurdo sostener que la planta no está en funcionamiento y que no queremos utilizarla".
De igual modo, insistieron en que existe otra autorización para la manipulación de graneles en vigor, concedida a la Autoridad Portuaria para que se pueda operar en el muelle 13, al menos de modo provisional, y recalcaron que las mercancías tratadas hasta ahora en la terminal del muelle 17 "no son tóxicas, como se está diciendo, sino que se trata de carbonato cálcico en su mayoría".